El auge emprendedor de la Comunitat Valenciana no ha pasado inadvertido. «Lo que me sorprende de Valencia es la explosión que ha tenido en los últimos años. Antes estaban los CEEI, el Parque Científico, pero en los últimos tres o cuatro años ha cogido un vuelo importantísimo. Había tradición en otros lugares pero últimamente es impresionante: Plug and Play, Lanzadera, Business Booster, Demium Startups, Ifedes, la red de Bussines Angels, Climate Kic... Todo eso se suma a lo que había. Son iniciativas muy conectadas con el resto del ecosistema. Valencia es el tercer hub tecnológico. La gente se mueve mucho, estan en todos lados, todos los conocen».
La definición es de Yolanda Pérez, y su sorpresa tiene valor porque no es nueva en el negocio. En 200o, cuando todo empezó, ella estaba allí. Pasó trece año conociendo las interioridades del sistema emprendedor. Estuvo en Barcelona Activa, el órgano de promoción económica del Ayuntamiento de Valencia, encargándose de incubadoras, generando sinergias con China, con Londres, con Silicon Valley... También ha pertenecido a la junta de la Asociación Española de Centros de Empresas Innovadoras. Tal vez por ello, Josep Oliu la fichó en septiembre de 2013 para poner en marcha la nueva área de apoyo a emprendedores, tecnológicas e innovadores.
Según explica, el modelo del Sabadell pasa más por la «capilaridad», por crear oficinas especializadas (88 en toda España) en la atención de este perfil de cliente con especificidades, más que por crear una infraestructura que concentre sus proyectos en un espacio físico.
La directora de BStartup defiende que el Sabadell es el único que apoya a estas empresas desde su core business: «En la Comunitat Valenciana, en lo que va de año (hasta septiembre), hemos concedido 4,2 millones en cien operaciones diferentes, prestamos normales».
Se trata de operaciones pequeñas, pero su tasa de morosidad no empeora la media del banco, defiende, aunque también es cierto que llevan menos de tres años con estas operaciones de financiación. «Desde 2014 hemos formalizado 70´2 millones de euros en financiación bancario a start up en toda España (hasta septiembre)», señala.
La segunda pata del negocio del Sabadell en este área es la inversión equity, con la que entran a formar parte de proyectos. Tienen un programa de inversión, Start up 10, con el que cada año invierten en diez proyectos con 100.000 euros en cada uno, junto con un programa de acompañamiento liderado por el «emprendedor en serie» Didac Lee. Además, tienen otro vehículo, el Sabadell Bstartup Venture, que invierte en fases posteriores del proyecto, entre 300.000 y 500.000 euros por ronda, pudiendo llegar a un millón por compañía en diferentes rondas. Hoy tienen 30 participadas en toda España, de las que varias pertenecen a la C. Valenciana.
¿Qué busca el Sabadell con esto? ¿encontrar ideas geniales para mejorar el negocio bancario? «No es un tema de fintech», aclara. De hecho, solo 78 de los 1.500 proyectos estudiados desde el punto de vista de la inversión son del sector financiero. Y apenas cinco de sus 30 participadas tienen esa etiqueta. «La estrategia de inversión no es esa. Funcionamos como radar de iniciativas innnovadoras y si vemos que el banco podrá colaborar y que tiene potencialidad, invertimos». Es simplemente negocio: «En las empresas con las que entramos como socios queremos estar seguro de que trabajaremos con ellos y lo haremos bien. Debe ser un win win».
¿Y qué hay del futuro? ¿Habrá un edificio fintech de Sabadell? «Más que un edificio, buscamos la capilaridad». Yolanda Pérez, y sus ojos en Valencia, Ángel Buigues, prefieren estar pertot arreu. El próximo 13 de diciembre participan junto a Lanzadera en la Marina de Empresa en el foro entre inversores y emprendedores organizado por Loogic.
