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El euro nos trae facilidad de crédito y de deuda externa

El euro nos trae facilidad de crédito y de deuda externa

El domingo 11 de diciembre publiqué un artículo: «La crisis financiera: La actuación del Banco de España». Ni de lejos era mi intención atribuírsela de forma única, y menos la crisis en general, que como sabemos depende de múltiples factores e intervinientes.

Siguiendo con la crisis, hoy escribiré sobre la eurozona y el euro. Hay que mencionar de entrada que los mismos cambios en distintos países no tienen por qué provocar los mismos efectos. En este complejo cambio económico, como es crear la eurozona y unificar una misma moneda para 12 países, los resultados en cada uno de ellos pueden diferir al final en su economía, puesto que su nivel económico inicial y el uso que le den a las herramientas que te proporciona el cambio puede diferir. Asimismo, no todos sus gobernantes/intervinientes en el cambio tienen por qué tener el mismo nivel de aptitud y actitud para desarrollar el proyecto de cambio.

En este artículo enumero ciertas ventajas de la incorporación de España a la eurozona, para enlazar después con dos factores que profundizaron la crisis, cuya culpa parece del euro, pero realmente devienen de factores intrínsecos a este país

En España, la incorporación a la moneda única facilitó una concatenación de circunstancias favorables a nuestra economía para seguir con un fuerte crecimiento y alcanzar lícitas metas, tanto para todo tipo de sociedades (crecer y aumentar beneficios) como para los ciudadanos (aumento de empleo, salarios y nivel de vida). Todo ello, bueno para el país, sin duda.

Enumero (por ser europeísta) y sin ser exhaustivo, ciertos estímulos que nos proporcionó la entrada en la eurozona y por tanto la puesta en marcha de la nueva moneda:

La entrada en la eurozona implica confianza y, por tanto, que los mercados nos financien más y más barato. España asimismo entra a formar parte del selecto grupo de países que toman las decisiones económicas importantes a nivel europeo y mundial. Simplemente, por utilizar esa misma moneda en muchos países, se incrementan nuestras operaciones comerciales y de inversión internacionales, surgen relaciones comerciales y de inversión con países no accesibles anteriormente, y se facilita la llegada de turistas.

La reducción de los tipos de interés del crédito, «para todo tipo de empresas y particulares», fomentando el continuo crecimiento económico y el bienestar en el hogar.

Las grandes infraestructuras patrocinadas/financiadas por la UE. Supuso una entrada ingente de millones por ser España un país económicamente por debajo de la media de la eurozona. De nuevo, mas riqueza y creación empleo.

Lo anterior nos lleva a finales 2005 a una mejora de la economía y del estado del bienestar bastante intensa, pero con dos desajustes que pagaremos después:

a) Por los bajos tipos de interés (factor euro) y la gran demanda inmobiliaria de todo tipo (factor interno español), tenemos una banca mucho mayor, sí, pero con una gran exposición al crédito promotor, nada diversificada por tanto, lo que va contra cualquier criterio de prudencia y profesionalidad en este sector, porque ningún ciclo de bonanza es eterno.

b) Nos encontramos con una gran deuda familiar: por la bonanza, (gran incremento de empleo y salarios) parte de las familias (no las califico) que han perdido la precaución sobre el endeudamiento que teníamos a final del siglo XX, se han lanzado a un tren de vida de renta alta (nivel de casas, pisos, coches, viajes, dispositivos, colegios privados...que no responderían a su nivel de sueldo si el país no estuviera en gran crecimiento) y por ello, en vez de ahorrar en este momento, resulta que les deben a los bancos, confiados en los 25 años para pagar y en que su volumen de ingresos familiares jamas va a bajar en este largo periodo y los intereses tampoco van a subir) (factor interno español). No sé, a lo mejor llegado el plazo, pasan a ser pensionistas con préstamos en vigor. Sería interesante ver en su momento si las pensiones cubren las cuotas pendientes...

Ante lo expuesto anteriormente se supone que en 2005 el B. España y muchas cúpulas de banca y otros sectores relacionados con la promoción, todos con altos sueldos y beneficios, debían haberse preguntado, después de varios años de crecimiento muy fuerte:

„¿Dónde estaba el límite del crecimiento de la vivienda en España?

„¿Este volumen crediticio podría llevarnos a una crisis de mora?

„y si así fuera, ¿estábamos preparados ante ello?

¿Se lo preguntaron? No lo sé, pero lo importante es tener claro que se debió hacer y tomar precauciones equiparables a los posibles riesgos.

Lo que sí sé es que en los años 2005-06, por las continuas dudas de profesionales del sector bancario en base a indicadores de gestión interna, se lanzan advertencias hacia la superioridad de que «se está llegando a ese límite» de necesidad de construcción de vivienda (sea primera, segunda o por inversión), pues saltan numerosas alertas que lo manifiestan (retrasos en construcción, escasos avances en ventas, ...) y que puede estallar la burbuja. Por tanto, la banca no debe seguir creciendo con los mismos objetivos, sino empezar a estudiar el cambio del modelo de negocio. Y desde luego empezar a poner el freno a las promociones, vamos, acabar las comprometidas y punto.

Bien, estas advertencias fueron desoídas en un momento crucial, pues se estaba aún a tiempo. Pero, claro, si la sensación popular de la calle (ciudadanos y medios de comunicación) y la oficial(no sé si había otras sensaciones por debajo) de patronal, sindicatos y políticos es que todo iba bien, cómo poder esperar que sus superiores las tuvieran en cuenta. Hay una forma, no esperar, dimitiendo por desacuerdo con las políticas comerciales de la entidad. Ya que te dicen, «el tren va bien y en marcha ¿por qué pararlo?. Tu, agorero, tírate si quieres». Pues eso.

En esa época, una simple recomendación del Banco de España hubiera sido muy útil: «Entidades, se ha acabado la tarta, parar de crecer con el ladrillo, ya habéis crecido mucho y ahora lo que toca es gestionarlo bien y luchar por tu parte del pastel porque este no se puede ni se debe hacer mas grande». Pero no lo hizo y sabía cómo estaban las entidades y cómo estaba el tema promotor. Recordar en este sentido la recomendación del B. España de 2013 a toda la banca de bajar los tipos de interés del pasivo. Se ha cumplido a rajatabla y lo mas rápido posible. Para mi, esta es la crisis de la avaricia y la de mirar a otra parte, que es la que lleva a la mayor desigualdad.

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