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La 'guerra de la lechuga' enfrenta a Gran Bretaña y España

La 'guerra de la lechuga' enfrenta a Gran Bretaña y España

Fueron los romanos quienes introdujeron la lechuga en Gran Bretaña y veinte siglos después parece que los británicos no pueden vivir sin la conocida hortaliza. El precio de este cultivo mundialmente consumido se ha disparado en algunos supermercados de aquel país y los ingleses, como casi siempre, echan la culpa a España, su principal suministrador. En algunos comercios de la cadena Sainsbury, así como en establecimientos de Tesco y Morrisons, el valor de la lechuga iceberg se ha multiplicado por tres y ha llegado a valer algo más de 1,50 la unidad debido a la escasez de oferta de productos hortofrutícolas en media Europa durante estas últimas semanas por la reciente ola de frío polar, así como los temporales de lluvia en las principales zonas productoras de España: Comunitat Valenciana, Murcia y Andalucía.

Mientras grandes compañías hortofrutícolas de todo mundo hacen negocio estos días en la feria de Berlín, cadenas de distribución británicas libran su propia batalla de precios con exportadores españoles tras la reducción de la oferta y los problemas de desabastecimiento, que han afectado en menor medida a Francia y otros países del norte del Viejo Continente. El tabloide The Sun no ha dudado en señalar a los «malvados» españoles como culpables de que en las tiendas del país del Brexit estén racionadas las hortalizas.

Sin embargo, los proveedores españoles lo niegan. En declaraciones a El Mercantil Valenciano, el director general de la Asociación de Productores-Exportadores de Frutas y Hortalizas de Murcia (Proexport), Fernando Gómez, patronal que concentra a las principales empresas de este sector, atribuye el desabastecimiento de verduras en el comercio británico a una «errónea estrategia comercial» de dichas cadenas de distribución, y no tanto a un desabastecimiento provocado por los productores españolas como acusa algún medio inglés.

Gómez se muestra «indignado» tras la difusión de una información del citado rotativo donde muestra la estantería de hortalizas de una tienda Sainsbury vacío junto a otro repleto de un Mercadona de Murcia. «La culpa es del mal tiempo», resalta Gómez. Aunque los precios ya se están equilibrando, las mencionada heladas, lluvias y bajas temperaturas han hecho que productos como la lechuga, el calabacín o la berenjena lleven semanas alcanzando precios record. Algunos de los cultivos más afectados por el temporal ha sido la lechuga y de otras verduras de hoja.

La escasez de productos ha creado una situación de desabastecimiento en otros países y también ha producido un incremento de precios en el mercado interior. Tal como reflejan los datos del Ministerio de Agricultura, los precios medios de la lechuga romana están en niveles máximos de los últimos tres años.

Los precios se triplican

Gómez también ha criticado la utilización de la lechuga iceberg por algunas tiendas británicas como producto reclamo al referirse a la foto del Sainsbury en la que aparecen letreros con precios de venta al público de 50 peniques (0,59 euros/unidad) cuando en origen alcanzaba hace unos días los 1,5 euros/unidad.

Una empresa de distribución comercial británica ofrecía a principios de febrero lechugas españolas a precios desorbitados mientras los supermercados del país racionaban su venta por los efectos de la ola de frío en la cosecha. Cadenas como Tesco han publicado advertencias de la venta de la verdura limitando su compra a tres piezas por consumidor, argumentando a problemas climáticos en España. Según fuentes del sector, el temporal ha mermado alrededor de un 30 % la producción de hortalizas de temporada.

Distorsiones en los mercados

Las heladas registradas durante estas últimas semanas en Europa han arrasado parte de lo cultivos hortofrutícolas en países de Europa como Francia e Italia y han generado distorsiones en la oferta y demanda de los mercados. Según fuentes de Anecoop, cooperativa valenciana líder en la exportación de cítricos en España y comercializadora de productos hortofrutícolas, los efectos del temporal se han notado de lleno sobre todo en hortalizas, con incrementos en los precios que varían de unos productos a otros. Las variaciones de valor respecto a campañas anteriores son notables en el caso de la lechuga iceberg, que se ha cuadruplicado; así como en otros cultivos como el brócoli y el pepino, cuyas cotizaciones se han multiplicado por dos. Además, el valor del calabacín ha legado a costar tres veces más, explican desde la cooperativa valenciana de segundo grado. Desde Anecoop se asegura que el descenso en las exportaciones hortícolas puede cuantificarse en un 25 % con respecto al año anterior durante las semanas de mayores caídas.

Sea como fuere, en el caso de los cítricos, de momento, según empresas y cooperativas no se han detectado variaciones notables en estas primeras semanas de 2017 respecto al mismo período de tiempos de la campaña precedente.

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