La noche de las finanzas que abre la décima edición de Forinvest tendrá como uno de sus premiados a Carlos Bertomeu, presidente de la aerolínea Air Nosturm y uno de los empresarios valencianos con mayor proyección. Fue él quien hace más de dos décadas, siendo director de inversiones de Nefinsa, convenció a los Serratosa para montar una aerolínea tras vender Valenciana de Cementos.
Con el apoyo de sus socios del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI), Pellicer y Remohí, en 2014 se convertía en propietario de la empresa, con el reto de jugarse su propio patrimonio en una compañía fuertemente sacudida con la crisis. Con la reestructuración que ha liderado, la alianza con Iberia y una política de diversificación, Bertomeu ha devuelto a Air Nostrum a beneficios.
La trayectoria de Bertomeu no se entiende sin el apellido Serratosa. Javier le llamó cuando Carlos dirigía los programas MBA en el Instituto de Empresa de Madrid y lo puso a liderar las inversiones del grupo Nefinsa a principios de la década de los noventa. En 1994, coincidiendo con la liberalización del mercado aéreo, Bertomeu lanzó la idea de la compañía, de la que pronto tomó las riendas. Ahí demostró que, como dicen en su círculo de confianza, se trata de «un directivo con alma de empresario».
Bertomeu también forma parte del accionariado y del consejo de administración del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVA), una empresa a cuya profesionalización ha contribuido. De hecho, se le atribuye el empuje para la internacionalización de esta compañía que acaba de aterrizar en Estados Unidos a través de una fusión con una corporación norteamericana.
Bertomeu (València, 1963) no ha olvidado su vinculación con el mundo universitario y la formación. Es licenciado en Ciencias Económicas por la Universitat de València y MBA por el IE con el número 1 de su promoción, donde inició su carrera profesional en el propio Instituto de Empresa como profesor de finanzas y consultor estratégico. Posteriormente fue director de los programas MBA y Executive MBA. Hace poco ha vuelto a la universidad, con un cargo más simbólico que ejecutivo, la presidencia de la cátedra de Cultura Empresarial de la UV.
