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La realidad virtual, tecnología para la neuroeconomía

Las posibilidades de poder contemplar casi de forma real cómo reacciona cada individuo a la hora de tomar una decisión es su mayor ventaja, por lo que sectores de la economía como el inmobiliario, el marketing o el comercio ya la están aplicando

¿Es la realidad virtual una simulación o se trata de una nueva forma de interacción? La respuesta a ambos aspectos es afirmativa, aunque el desarrollo de cada una no se ha producido de la misma manera. Mientras la recreación de una situación real para fines aplicados al ocio se ha extendido con gran rapidez, la opción de utilizar el mundo virtual para conocer como reacciona cada individuo se ha desarrollado más recientemente.

Y es que saber cómo se comporta el ser humano y los estímulos que experimenta cada día han sido dos de los retos en los que se han centrado los neurocientíficos „investigadores que estudian la función y el desarrollo de las principales bases biológicas de la conducta„ en la última década. En este proceso, la realidad virtual se ha erigido como una alternativa mediante la cual ayudar a detectar que áreas cerebrales están implicadas en cada acción cognitiva. Con esta tecnología, se puede controlar todo lo que envuelve al individuo que la está utilizando, desde gestos a la frecuencia cardíaca, y analizar los estímulos cognitivos asociados a cada reacción.

Por ello, las diferentes posibilidades que abre la realidad virtual en tres dimensiones dentro de la sociedad son casi infinitas. Campos como la medicina o la educación ya utilizan esta tecnología para entrenar a futuros médicos o ampliar los conocimientos de los alumnos, pero es la economía el área donde se han producido recientemente más aplicaciones, especialmente en la 'neuroeconomía'. Según explica Mariano Alcañiz, director del Laboratorio Europeo de Neurotecnologías Inmersivas (LENI) y catedrático de la Universidad Politécnica de Valencia, este concepto engloba «el estudio de aquellos mecanismos cerebrales que influyen en la economía» y sirve como una base «en la toma de decisiones en diversos sectores económicos».

Uno de los espacios dentro de la economía que más se puede aprovechar de las ventajas que supone emplear la realidad virtual en su campo es la mercadotecnia. Para aplicarlo en el mercado, esta disciplina intenta estudiar entre otros aspectos las decisiones de compra de un producto o los sentimientos personales que hacen a un ser humano querer estar ligado a una marca. Para ello es fundamental, según resalta Alcañiz, «entender los mecanismos cerebrales que interactúan en cada proceso con el fin de poder adaptar los productos a las necesidades de los usuarios».

La realidad virtual permite medir de una manera controlada las decisiones humanas y trasladarlas al día a día. Este factor es vital a la hora de saber lanzar y vender un producto, ya que la forma y el color de este, así como el ambiente de la tienda en la cual se puede encontrar influye decisivamente en su compra. Además, los productos elaborados a través de estos datos virtuales pueden diseñarse sabiendo con bastante certeza el efecto que van a tener en los futuros clientes, por lo que como expresa el catedrático de la UPV, las capacidades de esta tecnología aplicada al marketing posibilitan «el ahorro de costes en el diseño y en la venta» y suponen una ayuda extra para «entender mejor al consumidor».

La selección de personal dentro de una compañía es otra de las aplicaciones que se puede beneficiar del uso de esta tecnología digital. Las empresas buscan siempre al candidato cuyas cualidades mejor se adapten a cada puesto y saber elegir de una manera precisa a la persona ideal con tan solo una entrevista casi nunca es fácil.

Características psicológicas como el liderazgo son claves en muchos trabajos porque influyen decisivamente en el éxito, el rendimiento y en la motivación que la empresa y los otros empleados puedan poseer. De igual manera, dentro de este campo de estudio, ha surgido también el 'neuroliderazgo', una rama que explora lo que experimenta el cerebro de los líderes y cómo esta influencia los comportamientos, las interacciones y la toma de decisiones en el ámbito laboral. Es aquí donde la realidad virtual puede tener un mayor papel, ya que a través de simulaciones que reflejen el día a día de la empresa, los posibles empleados se someterán a una toma de decisiones prácticamente real, una situación muy difícil de recrear y evaluar a través de los tradicionales tests.

Como acentúa Mariano Alcañiz, «estas decisiones pueden medir cómo reacciona cada ser humano», ayudando a focalizar a las compañías «cuál es el perfil que les interesa». «Muchos gigantes empresariales como Google se están dando cuenta de la efectividad de este método para confeccionar sus plantillas», explica el catedrático universitario.

Otro de los sectores económicos que ya utiliza la realidad virtual es el inmobiliario. Con esta herramienta se puede recrear en tres dimensiones los diferentes espacios que están en oferta, con la posibilidad de hacer tours virtuales por dentro de las diferentes propiedades, se encuentren o no disponibles para verlas físicamente.

Para Vicente Beltrán, CEO de Realmark Inmobiliaria, esta ventaja tecnológica «permite que los clientes desde casa hagan una preselección de las viviendas y, a su vez, ahorren tiempo y costes en los desplazamientos para visitar un inmueble». Como indica el dirigente, los principales beneficiados son «aquellas personas que viven en el extranjero porque pueden ver los inmuebles en la web».

Además, este servicio «facilita y agiliza el trabajo a la hora de la venta porque los compradores saben lo que quieren. Con la realidad virtual realizan la 'visita informativa' y van ya preparados y ajustados a las expectativas de lo que van a ver», expresa Beltrán, quién también recalca que «ha servido para ver que a los clientes también les interesa analizar los exteriores de la vivienda que quieren comprar».

La creación de puntos de venta es otra de las aplicaciones en la que la realidad virtual está destacando en los últimos años. Con la posibilidad de diseñar los espacios al gusto de los clientes, la tecnología permite recrear y 'construir' una tienda virtual. Esta contará con una información del producto superior a la que se puede encontrar en cualquier establecimiento físico los cuales, según Alcañiz, «no desaparecerán, sino que se especializarán como tiendas de proximidad».

Para el catedrático, estas nuevas oportunidades de venta „acuñadas bajo el nombre de Virtual Commerce„ «están revolucionando el sector, haciendo que compañías como Alibaba o Amazon inviertan grandes sumas en ellas. Con la realidad virtual se puede diseñar la tienda y probar diferentes colores, luces y formas para hacer que los empleados de una empresa sean más creativos o productivos».

La realidad virtual, por tanto, es un mundo en el que la neuroeconomía tiene un campo de desarrollo en el que asentarse. Las oportunidades que ofrece esta tecnología son infinitas y pone más cerca un excelencia económica basada en un componente cada día más real.

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