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La entrevista | Rafa Armero

"La alimentación tiene un recorrido escandaloso en términos de diseño"

En vísperas del V Encuentro Nacional de Asociaciones de Diseño, el presidente de la valenciana, Rafa Armero, realiza un diagnóstico sobre el mix entre empresa y diseño en la C. Valenciana

La existencia en territorio valenciano de un sector tradicional como el mueble que ha incorporado históricamente una apuesta clara por el diseño es uno de los exponentes más claros de la relación entre esta disciplina y la economía. «Siempre ha sido un sector que lo ha tenido muy claro a la hora de venderse», valora Rafa Armero, presidente de la Asociación de Diseñadores de la C. Valenciana, que cita casos como el de la empresa alicantina Actiu. «Todas las empresas, en su proceso, tienen un matiz de diseño. Quien no tiene una marca, tiene una web, una estrategia€ lo han asumido como que una parte interna».

Armero reflexiona sobre la relación entre empresa y diseño («los diseñadores también somos empresarios», se reafirma contra el cliché) en vísperas de la Valencia Disseny Week, que coincide además con el 5º encuentro Nacional de Asociaciones de Diseño (5ENAD) y que este año se detiene en la importancia del diseño en todos los procesos de desarrollo del producto y en la conocida como Economía Circular.

¿Qué nota le pone a los sectores tradicionales valencianos? «La alimentación tiene un recorrido en términos de diseño escandaloso. Es un campo que me apasiona en lo profesional y en lo particular», arranca. Es inevitable detenerse en Mercadona y en la vastísima red de productos que la nutre. «Mercadona, o sus proveedores, han apostado incluso hasta en las líneas más blancas que se podían permitir el lujo de no apostar por el diseño, pero saben que aunque sean productos económicos eso no está reñido con la generación de satisfacción y ser agradables a la venta», señala. Armero cita como ejemplos sus productos cosméticos, el modo de envasar la carne o la búsqueda de una experiencia de compra más ágil con la forma de plantear los productos en los lineales. Él boom de las etiquetas de diseño en las botellas de vino o la incorporación del aceite a esta tendencia de mercado («estoy viendo botellas a 12 euros») sería otro ejemplo del impacto del diseño en este sector: «Apostar por el diseño no solo es tener algo más chulo; te puedes permitir vender que eres diferente y aumentar tu margen de venta porque la gente entiende que es justificable».

En las antípodas de los sectores tradicionales, Armero apunta al gran nicho de empleo para el diseño que conforma el sector tecnológico. «Hay un boom impresionante con las nuevas tecnologías, los vídeojuegos. Se mueven cifras astronómicas en términos de venta. Tenemos a informáticos, diseñadores de interiores, directores de arte con los story telling de estos argumentos... Somos un sector muy vinculado con la economía digital».

¿Y que hay del mix entre empresa tradicional e internet? «Nuestra empresas no saben vender en internet», sentencia el experto. «Conozco bastantes ciclos formativos de empresarios: se toca el márketing, pero no el diseño. ¿Cómo contratas un diseñador, una imagen, qué sensibilidad tienes a la hora de ofrecer una web? Eso no se toca en ninguna escuela de negocios que conozca», argumenta.

¿Y qué recomienda?: «Hay una nueva generación de empresario con sensibilidad hacia las nuevas tecnologías. Salen en Facebook o en Instagram con una foto bonita y eso es lo que quieren también para su empresa. Sería importante que se trate en la escuela de negocios. Hay que tener claro que mi marca, mi diseño de producto va vinculado a la percepción del usuario y por ello el cliente me va a comprar más y me va a pagar un producto u otro».

Sobre estos aspectos reflexionará el foro que se celebra la próxima semana en València, con especial incidencia en la economía circular, un enfoque que busca reducir el uso de materiales y la generación de residuos. «En el diseño ya se habla de diseño circular. Hay que ver qué hacemos con el producto que ya existe. El diseño entronca con este nuevo paradigma: cómo envasar, qué forma tiene que tener el producto para que el transporte sea económico, diseñar mi producto para que sea más eficiente a nivel económico, energético y sostenible a nivel de venta», concluye.

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