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Opinión

Alarmas en el campo

Las lluvias registradas en la zona de generación de recursos del Segura, del Júcar y del Turia han sido muy escasas en los últimos meses y los indicadores de sequía prolongada presentan valores muy negativos, con precipitaciones bastante por debajo de la media

Las lluvias registradas en la zona de generación de recursos del Segura, del Júcar y del Turia han sido muy escasas en los últimos meses y los indicadores de sequía prolongada presentan valores muy negativos, con precipitaciones bastante por debajo de la media.

Las cuencas altas de todos los sistemas presentan valores en alerta y emergencia. Son tres años de sequía que arrastramos en la mayor parte de nuestras comarcas, agudizado además en el sur de Alicante sin agua del trasvase Tajo-Segura y con graves restricciones para el riego a manta, algo que se extenderá a otras zonas si seguimos con la tónica actual.

Por tanto, para el nuevo año hidrológico que acabamos de comenzar, si no llueve como debería en las próximas semanas que es cuando en teoría debería hacerlo, las perspectivas no son nada halagüeñas para los regantes de la Comunitat Valenciana.

Cambio climático

Es cierto que las Administraciones Públicas trabajan por solucionar los problemas del déficit hídrico, pero no lo es menos que el ritmo no es el que se necesita en este tipo de situaciones. El cambio climático acecha desde hace tiempo y negar su evidencia es ponerse una venda en los ojos. Los expertos auguran que dentro de un periodo de unos quince años habrá en torno a un 10% menos de agua y nos debemos ir concienciando de ello.

Estamos hartos de oír a nuestros políticos como se ufanan de hablar de pacto o de planes hidrológicos, porque lo hacen con la boca pequeña y casi siempre en clave electoral. ¿Para cuándo un verdadero pacto estatal de la gestión del agua? ¿Cuándo dejarán a los técnicos trabajar sin mirarse el ombligo de sus respectivas comunidades autónomas? Es el momento de consensuar, no de enredar más con el agua.

En otro tipo de alarmas, no menos importantes por cierto como es el de las plagas, me gustaría mencionar la paralización de las exportaciones sudafricanas de cítricos a la Unión Europea decidida por sus propios empresarios antes de que las autoridades comunitarias tomaran cartas en el asunto. La tremenda presión ejercida por el sector citrícola, entre la que nos orgullecemos de haber llevado a cabo desde LA UNIÓ, va teniendo efecto.

Parece una operación de maquillaje por parte de los sudafricanos para evitar males mayores en el futuro, pero no cabe duda que es una decisión positiva por cuanto nuestras quejas parecen llegar allende los mares y a los núcleos del poder agrario en Bruselas. Permaneceremos vigilantes como siempre porque la entrada de una posible plaga en nuestros cítricos como la Mancha Negra u otras supondría un auténtico mazazo para nuestros citricultores.

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