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Casi un siglo y medio en la almazara

La empresa utielana Aceites de las Heras, vinculada desde hace más de 130 años a la familia también propietaria de los vinos Nodus, acaba de entrar en el mercado gourmet.

Casi un siglo y medio en la almazara

Para lo que acostumbran a vivir los olivos, 132 años son apenas la infancia. Sin embargo, en términos empresariales, superar la centuria es un logro de gran magnitud, en especial si el negocio sigue en la misma dinastía familiar. Pues ahí está para certificarlo la firma utielana Aceites de las Heras, que se acerca ya al siglo y medio en el tajo. En puridad, tal como explica Adolfo de las Heras, actual gerente de la compañía y cuarta generación de la familia, las primeras décadas de su trayectoria fueron las propias de una comercializadora.

Tanto el bisabuelo -y fundador de la firma en 1885- como el abuelo de Adolfo de las Heras eran minoristas. Carecían de olivos y se dedicaban a vender este producto por Utiel y sus alrededores. Será su padre Adolfo quien dé un primer cambio de rumbo a la mercantil. Ya en la postguerra, este hombre nacido en 1934 incorpora al negocio el trabajo en la almazara, lo que le permite producir su propio aceite. Inicialmente, como explica su hijo, adquiría las aceitunas en la comarca, pero en esa zona «hay poco olivo porque lo que abunda es el viñedo, y el olivo que hay se destina sobre todo a autoconsumo». Así que, cuando la demanda se disparó, la empresa no tuvo otro remedio que comprar aceitunas fuera de la Comunitat Valenciana.

Adolfo de las Heras, que lleva treinta años en la compañía de su familia, asegura que uno de los hitos trascendentales de la empresa se consumó el año pasado con el traslado a unas nuevas instalaciones en Utiel. La familia tuvo que realizar una inversión de 2,5 millones de euros en el nuevo recinto, ubicado sobre una superficie de 3.500 metros cuadrados. La sede tiene capacidad para almacenar 600.000 litros de aceite y puede producir 200.000 litros al día, si bien De las Heras precisa que la empresa todavía no ha alcanzado esos niveles.

Con una plantilla de 22 trabajadores, la compañía, que recientemente fue incluida por la patronal Cepyme entre las 500 firmas medianas españolas líderes en crecimiento, facturó en el último ejercicio un total de 14 millones, con un incremento del 15 %. Durante este 2017 la firma familiar también ha montado una nueva almazara destinada en este caso a producir aceite de calidad alta, «lo que nos permite fabricar todo tipo de aceites» y, asimismo, «dirigirnos al mercado gourmet». Aceites de las Heras ha distribuido hasta la fecha su volumen de negocio entre el canal horeca (hoteles, restaurantes y cafeterías), la industria (tanto bollería como platos preparados) y los supermercados. Según Adolfo de las Heras, «nuestras marcas tienen una antigüedad de sesenta años, pero no vendíamos directamente al consumidor hasta hace un año». Desde entonces, las cosas han cambiado y, como dice el empresario, «hay que estar en todos los nichos de mercado». Aunque la producción es corta -nada que ver con el 70 % que acapara Andalucía- la Comunitat Valenciana tiene algunas variedades autóctonas, como las aceitunas serrana y cornicabra, «que hay que explotar».

Uno de los factores que tiene una importancia cada vez mayor en la facturación de Aceites de las Heras es el exterior. Del total de ventas de la compañía, el 20 % procede en estos momentos de la exportación. Aumentar esa presencia en el extranjero -y mantener la tendencia de los últimos años a registrar incrementos de dos dígitos en el volumen de negocio- es uno de los objetivos de futuro de este empresario que tiene en la recámara a la quinta generación familiar, si bien sus hijos aún no están en edad de ir a la universidad y, por tanto, es una incógnita si querrán seguir los pasos paternos. En cualquier caso, la compañía vende ya sus productos en Francia, Reino Unido, Dinamarca, China, Corea del Sur y algunos países de Sudamérica.

Vinos

Utiel, y Requena, son las grandes zonas vitivinícolas valencianas y la familia De las Heras no ha sido ajena a este cultivo. Tan es así que es propietaria de una bodega que produce la marca Nodus, de la que también es gerente Adolfo de las Heras. Esta segunda firma factura 2,5 millones anuales.

Pese a la buena marcha del negocio, el empresario observa con preocupación la llegada de la Xylella a España, aunque esta bacteria letal parece concentrada, en cuanto al olivar, en Baleares, donde la producción es corta. Paralelamente, la sequía y la caída de la producción en algunos países punteros del sector olivarero, como Italia, han provocado que España incremente sus exportaciones y que, en consecuencia, los precios suban, «lo que es bueno para el agricultor».

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