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Los bancos sueltan lastre en el ladrillo

Bankia, Sabadell y Caixabank recurren a las ventas de carteras de créditos inmobiliarios para reducir su exposición al sector

La banca está aprovechando la recuperación inmobiliaria para retirase del sector. Bankia, Sabadell y CaixaBank, las tres entidades con sede social en la Comunitat Valenciana, están en pleno repliegue. El último gran anuncio lo acaba de hacer el consejero delegado de Banco Sabadell, Jaume Guardiola, al admitir que la entidad está dispuesta a desprenderse de Solvia, la inmobiliaria que concentra su ladrillo. CaixaBank puso el mes pasado en venta una cartera de 700 millones de créditos inmobiliarios, y Bankia ha prorrogado la gestión de todos sus activos (incluidos los de BMN) a Haya Real Estate (inmobiliaria controlada por el fondo Cerberus) y ha vendido un paquete de préstamos de 200 millones. Las tres entidades acumulan en España un riesgo relacionado con el sector promotor y constructor de más de 212.000 millones de euros.

Al margen de la posible salida total del sector inmobiliario con la venta de Solvia, Banco Sabadell ha puesto en el mercado cuatro carteras de activos tóxicos ligados al ladrillo. Las dos operaciones más encarriladas son la venta de dos paquetes vinculados a la CAM por valor de 900 y 2.400 millones de euros. El banco tenía a 31 de diciembre de 2017 créditos para la construcción y promoción por 5.694 millones (frente a 7.762 en 2016) de los que 1.363 millones eran dudosos y había concedido 32.609 millones en hipotecas. Además, se había adjudicado activos por 3.998 millones.

Bankia ha prorrogado su confianza en la inmobiliaria de Cerberus para gestionar sus activos. Además, la entidad se desprende cada año de entre una y dos carteras de créditos fallidos. Bankia tenía a 31 de diciembre 1.042 millones en crédito promotor (en 2016 eran 837) del que eran dudosos 619 millones y había dado hipotecas por 68.943 millones. El crédito promotor de Bankia ha subido en 2017 debido a la incorporación de los préstamos de BMN. Además, acumulaba activos adjudicados por 3.399 millones.

CaixaBank quiere rebajar su morosidad en 700 millones antes de julio con la venta de su primer gran cartera de 2018, conocida como Proyecto Ágora. El banco vendió en diciembre otra valorada en 800 millones a Cerberus. La entidad cerró 2017 con 6.828 millones de crédito promotor (frente a 8.023 en 2016) de los que 1.480 eran dudosos y 83.261 millones en hipotecas. La entidad mantenía 6.351 millones en activos adjudicados.

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