Antes de ser personaje televisivo Alberto Chicote deslumbró con su cocina de fusión en Nodo y Pan de lujo, que dejó en 2012 para centrarse en Top Chef y Pesadilla en la cocina. En 2014 abrió su primera taberna «japocañí», Yakitoro, y ya va a por la segunda, con éxito asegurado. No añora la alta cocina porque lo que hoy le pide el cuerpo a este cocinero afable, con sentido del humor, intenso y tan amante de la cultura como del rugby es dar de comer «rico y a precios asequibles».

En junio de 2014 abrió su primer Yakitoro en Madrid y va a por el segundo. ¿Cuál es su secreto del éxito?

Está abierto todos los días de la semana y no ha habido ni un servicio que no hayamos llenado, estamos muy orgullosos. No sé si hay un secreto, pero nosotros lo que hacemos es ofrecer al público algo asequible, divertido y delicioso. Igual alguien lo abre con estas premisas y no es éxito. Cuando todo el mundo pensaba que iba a ser el «cojograstrorestaurante» del de la tele, aparecimos con algo muy al alcance de todo el mundo.

¿Piensa en abrir Yakitoro fuera de Madrid?

Me encantaría. Nuestro plan desde el principio fue ése. El siguiente paso es darlo fuera, dentro de España o no, porque este formato tiene cabida en Londres, Berlín o Nueva York, pero eso con el paso del tiempo.

¿Cocina en su restaurante?

Mucha gente viene esperando ver a Alberto Chicote. Cuando vengo, que son muchas veces, si no estoy grabando o trabajando en otras cosas, cocino por las mañanas porque todo el mundo demanda fotos, saludos... En un principio cocinaba durante el servicio, pero venía muchísima gente que quería saludarme y tenía que desatender la cocina. Estar en misa y repicando no es buena idea. Tengo a gente de máxima confianza al frente de la cocina y de la sala y yo vengo la mayoría de los días a primera hora para cocinar, diseñar nuevos platos y cuando arranca el servicio me dedico a lo que la gente demanda de mí.

¿Cómo será la nueva temporada de «Pesadilla en la cocina»?

No sé la fecha de estreno, decide la cadena y, aunque suene a coña, me entero en Twitter, donde soy muy activo. Lo que si sé es que, aunque parezca imposible, la quinta temporada es bastante mejor que las anteriores porque la productora ha hecho una labor de casting espectacular, hemos viajado a lugares muy particulares, a restaurantes y sitios muy diversos.

¿Qué es lo peor que ha visto en un restaurante?

Mucha gente piensa que la suciedad, un bicho, pero no. Eso es consecuencia de desidia, desgana y falta de interés. Cuando uno se encuentra con un propietario que ha perdido la ilusión, las ganas, que el desánimo le invade es cuando tienes una labor dura por delante. Limpiar una cocina es fácil; hacer entender que aplicarse, esfuerzo y trabajo son una ventaja es lo más complicado.

¿Volverá a la alta cocina?

Me fío mucho de lo que me dice el corazón y de las cosas que me hacen disfrutar. No echo nada de menos porque con esto disfruto muchísimo. Yakitoro lo hice por necesidad vital y ahora mismo no siento la necesidad de buscar estrellas, paso de calificaciones.