La visita a un estadio como el Nuevo San Mamés representa la oportunidad perfecta para el Valencia de seguir ganando pero, además, recuperar la «frescura» que el técnico Marcelino García Toral admite que ha perdido su equipo. Bilbao evoca recuerdos de puro fútbol para toda generación valencianista. En la historia contemporánea, goles de gran factura de Fernando, Álvaro, Viola, Mendieta, los tripletes de Villa o Soldado. Una tradición perdida desde el traslado de estadio, desplazado apenas unos metros, en el mismo distrito. El Valencia no ha vencido, de momento, en el nuevo recinto.

Marcelino destacaba ayer la solidez táctica que, a su juicio, se esconde en la aparente escasa brillantez de las últimas tres victorias seguidas. El Valencia es un equipo que concede menos ocasiones a sus rivales, pero que se ha visto penalizado por distracciones de atención. Dos saques de esquina rematados con el pie (contra Levante UD y Málaga) y por un error en el primer pase de un central (ante la Real Sociedad). Marcelino lo explicó con una comparación respecto a la primera vuelta: «Por establecer diferencia en adjetivos, yo distinguiría entre solidez y frescura. Somos más sólidos que en el principio de la competición, especialmente, en los resultados favorables. Por ejemplo, en el partido contra el Athletic de la primera vuelta no fuimos sólidos y ganamos. El rival hizo más que nosotros para ganar, algo parecido a la Real Sociedad. En aquella ocasión el Athletic generó un mínimo de cinco ocasiones de gol metiéndonos dos en la segunda mitad. Meses después ante la Real, en un contexto de juego similar, el rival generó una a balón parado... En solidez estamos mejor, los rivales nos llegan bastante menos, que en aquella fase donde ganábamos».

Sí hay una novedad a la que se enfrenta el Valencia, y que le cuesta digerir. Plantel joven, siente la «responsabilidad añadida» de tener que luchar por un objetivo que ve cada vez más cerca. Lo que en octubre era alegría, el efecto sorpresa del retorno del gigante, ahora representa una ansiedad que no se controla del todo: «En aquel momento de medio campo hacia delante estábamos en un momento de forma óptimo y convertíamos gran parte del juego en goles. Ahora, después del gol con la Real nos entró la ansiedad, tenemos que competir ahora en una situación nueva... en septiembre, octubre y noviembre éramos un equipo sorpresa, sin un objetivo determinado y no tan alto. Ahora se nos presenta una posibilidad de estar entre los cuatro primeros, debemos aprovecharlo, convivir con la presión y que no nos limiten esa frescura».

La clasificación muestra a un Athletic Club en horas bajas, alejado de su tradición combativa. Pero Marcelino, meticuloso en la observación de estadísticas, resalta la dificultad que entrañan los «leones» como locales. «Es un equipo muy difícil en San Mamés. Este año pasa por más dificultades que en otros. Sólo Atlético y Barça ganaron allí, siete de los 12 visitantes a su estadio no lograron meter gol... Es un equipo con señas de identidad claras, con una enorme presión y tiene un muy buen juego largo, atacantes que definen bien: Aduriz, Raúl García, Williams, que aporta velocidad». El principal punto fuerte de los rojiblancos es la gran debilidad blanquinegra, los centros laterales: «Nos va a exigir, tendremos que crear desde campo propio, intentar ganar las segundas jugadas, estar atentos al juego directo. Será un partido de muchas dificultades para nosotros, pero lo afrontamos con la ilusión de ganarlo».

En San Mamés, la operatividad del juego de ataque valencianista será sometida a examen. Marcelino admitió ayer que a Guedes se le debe exigir más y que Zaza ha sido adelantado en sus preferencias por un Santi Mina en racha.

Siempre cauto en el mensaje de «partido a partido», Marcelino no negaba la evidencia, ya casi metidos en marzo, de que el objetivo es volver a la Champions: «Cuando queden unos ochos partidos, más o menos, podremos definir el objetivo. Nuestra ilusión ahora es estar donde estamos y para eso trabajamos, no para ser quintos o sextos. Siempre hay que ser optimistas y ambiciosos, encadenamos más de 20 jornadas en estas posiciones. Nuestra idea es permanecer ahí».