Recorrer la zona norte del Cabanyal a mitad del siglo XIX era una aventura que se hacía en barca. La zona era un marjal. Esto sucedió hasta que el francés Félix Robillard compró 361.526 metros cuadrados de terreno, (110.800 en término de Valencia, la futura Malva-Rosa, y el resto de Alboraia) con la idea de rehabilitar la zona.

El jardinero que el Botánico de Valencia contrató en París desecó el terreno y para ello utilizó varias especies vegetales, entre ellas, grandes cantidades de "geranium odoratissimun", la popular malva-rosa. Robillard dividió su propiedad en tres grandes áreas: su casa de la calle San Rafael, la fábrica de esencias, donde plantó el, y la de jabón.

El maestro que dió nombre a uno de los barrios más famosos de Valencia tiene desde hace unas semanas una plaza dedicada a su memoria con un monolito levantado en un jardín que el Ayuntamiento de Valencia acaba de construir con fondos del "plan Zapatero" y donde curiosamente no hay ninguna malva-rosa.

La rotulación de la plaza ajardinada se ha producido en silencio. Robillard ha sido víctima de la tensión política entre el PSOE que puso en marcha el "plan Zapatero" para reducir el paro en los ayuntamientos y el gobierno de Rita Barberá, que no ha inaugurado ni una sola obra del plan para mantenerlo en la sombra. Ni siquiera una leyenda junto al monolito. Ni rastro de la historia del jardinero.

Robillard murió el 30 de septiembre de 1888 a los 76 años y está enterrado en el Cementerio del Cabanyal.

La Asociación de Vecinos de la Malva-Rosa promovió hace unos 10 años la rotulación del nombre de la plaza a este francés que se quedó a vivir en la zona pero la rotulación ha estado desprovista de acto público en su honor. "La gente mayor sí sabe quién era Robillard, pero la gente joven no lo creo", comentaba ayer un vecino en la nueva plaza, que curiosamente se levanta enfrente de unas antiguas propiedades de Robillard.

De la envergadura de la residencia familiar da una idea que tenía 22 habitaciones y un huerto de 6.848 metros, como relata el investigador y escritor Antonio Sanchis en su libro sobre la Malva-rosa. En esta obra se habla del barrio y de sus gentes, como los Robillard. Un hijo del botánico, Julio Robillard, logró tres diplomas y tres medallas en la Exposición Regional de 1909, como explica Sanchis. La guía de la muestra incluye que "la fábrica es la primera de esencias establecida en España y la primera de jabones tocador y perfumería establecida en Valencia".

A unos pocos kilómetros de la nueva plaza de Robillard, en una finca conocida como "El Hort dels Misteris", ahora conocida como Robillard, residen varios descendientes del jardinero francés, entre ellos un biznieto. La compraron hace 25 años a la Asociación de Antiguos Alumnos de La Salle por asemejarse la finca a la que tuvo su antecesor en la calle San Rafael, esquina con Río Tajo. La alquería es conocida también como de "Tatay".

Un conocido del biznieto de Robillard explica: "Ellos nacieron y se criaron en la Malva-Rosa. Eran tres hermanos, y por lo que sé compraron la alquería de Tatay. Hoy la habitan varios hermanos y sus familias pero pocos saben de su relación con Robillard, a pesar del cartel existente en la entrada con su nombre". Ninguno lleva ya el apellido Robillard pero el cartel es un homenaje que tributan a su antepasado.

La alquería la mandó construir el fabricante de harinas y concejal del Ayuntamiento de Valencia Vicente Tatay Mandingorra. El diseñador del jardín fue su yerno Francisco Garrido. El Padre Luis Fullana, que tenía buena relación con los Tatay, escribió en ese lugar la mayoría de sus obras y ofició misas en una capilla que hoy ya no existe.