El presidente de Confederació d'Associacions de Veïns i Consumidors de la Comunitat Valenciana (CAVE-COVA), Juan Antonio Caballero, explicó respecto a la situación del Cabanyal y lo ocurrido durante esta semana que "es como si un pasaje del pasado estuviera otra vez encima de nosotros, como si el tiempo no hubiera pasado". "Hemos observado que tanto el ayuntamiento como la Generalitat se convierten en plataformas políticas y lo que deberían ser son instituciones. Hay que tener en cuenta que las instituciones deben gobernar para todos, no sólo para quienes les han votado, y lo que no pueden convertir es el Ayuntamiento de Valencia y la Generalitat en un apéndice del PP". Caballero instó a las autoridades a paralizar los derribos y "empezar un proceso de diálogo que si no va a ningún lado pues tendrán que decidir los tribunales o a quien competa, pero no puede solucionarse a base de palos y tirando casas sin ton ni son". Respecto a los altercados, manifestó que "estamos preocupados por ciertas interpretaciones que se hacen como si aquí la gente estuviera loca y fueran todos violentos. Según Caballero, en el barrio hay "gente normal" más o menos "radical" (en el sentido de "comprometida", puntualizó) con la oposición a los derribos pero "no delincuentes", sino gente "expresando una opinión con manifestaciones pacíficas". "Se podía haber resuelto el tema con más flexibilidad por parte de la policía nacional o de la delegación, no era necesario llegar a esa situación". j. v. p.valencia