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La directora general de Arquitectura y Política de Vivienda, Anunciación Romero, visitó ayer el barrio del Cabanyal y reiteró su compromiso con la rehabilitación del barrio. Lamentó, sin embargo, que ese compromiso no sea compartido por la Generalitat Valenciana, que no ha utilizado ni un sólo euro de los 700.000 que el Gobierno puso a su disposición para la rehabilitación de viviendas, ni del Ayuntamiento, que, por lo que puso ver ayer, no está prestando los servicios básicos a los ciudadanos.

Después de la reciente visita de la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, firmante de la orden ministerial que paraliza los derribos en el Cabanyal, ayer giró una visita similar la directora general de la Vivienda, que, por decirlo coloquialmente, es la que pone el dinero para las rehabilitaciones.

Anunciación Romero vino invitada por la plataforma Salvem el Cabanyal y se unió a la comitiva la portavoz socialista en el Ayuntamiento de Valencia, Carmen Alborch. La primera parada fue la vieja Lonja de Pescadores, un edificio protegido que con las viviendas que alberga en su interior está amenazado por la pretendida prolongación de Blasco Ibáñez. Luego siguió el eje de la calle Pescadores cruzando Barracas, Progreso, José Benlliure y Escalante, y parando, por ejemplo, en una de las pocas torres miramar que quedan en el barrio.

Finalmente, y antes de pronunciar una conferencia en el teatro de marionetas La Estrella, visitó la "zona cero", es decir, el espacio donde se han desarrollado la mayoría de los derribos.

En declaraciones a la prensa lo primero que destacó fueron las carencias básicas que había observado en algunas de las calles por las que había pasado, como por ejemplo la falta de limpieza, competencia que, recordó, corresponde al Ayuntamiento de la ciudad. "Eso es lo mínimo que hay que hacer. Y luego podemos entrar en lo referente a la rehabilitación", dijo.

Convenio prorrogado

En este sentido , Anunciación Romero recordó que en el año 2007 se firmó un convenio con la Generalitat Valenciana y el Ayuntamiento para poner a disposición de los vecinos de Valencia 700.000 euros para rehabilitación de viviendas. A pesar de ello, hasta la fecha la Generalitat no ha creado una oficina en el Cabanyal para la recuperación de la zona ni ha justificado una sola obra con cargo a ese presupuesto, de manera que el 28 de febrero pasado hubo que sentarse de nuevo y prorrogar el convenio.

De haberse gastado el dinero, cada año y hasta 2013 se habría aportado una cantidad de alrededor de 500.000 euros para esas rehabilitaciones, cantidades que se están perdiendo.

Así las cosas, la directora general de la Vivienda invitó a los ciudadanos a que se dirijan a la Generalitat y formalicen sus peticiones, aunque no puede responsabilizarse de que luego el Ayuntamiento, como ha anunciado, se niegue a conceder licencias acogiéndose a la paralización del Plan Especial del Cabanyal. "En ese tema no voy a entrar -dijo-. En eso es el Ayuntamiento el que tiene la competencia y hay una legalidad que tiene que cumplir".

Preguntada por la posibilidad de que se abra una negociación para evitar la vía judicial y evitar que se siga degradando el barrio, la representante del Gobierno se mostró dispuesta. De hecho, insistió en que hace tres meses se sentaron las tres administraciones para renovar el convenio de rehabilitación.

"No hemos encontrado violencia, sólo amabilidad"

"No hemos encontrado violencia, sólo amabilidad". Con estas palabras Anunciación Romero salía al paso de las acusaciones de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, de que los miembros del Gobierno sólo acudían al Cabanyal de la mano de los violentos, en referencia a la plataforma Salvem el Cabanyal. Es más, Romero dijo que si no ha venido con el equipo de gobierno municipal ha sido porque nunca se lo han pedido. "Si me llega una invitación institucional, estaré encantada", dijo. Abundando en esta tesis, Carmen Alborch aseguró que la ministra de Cultura, Ángeles González Sinde, tampoco ha sido invitada. Muy al contrario, ha sido objeto, como la vicepresidenta del Gobierno y ella misma, de "numerosos y reiterados insultos" por parte de la alcaldesa. "No puede tener esa descortesía y luego pretender que atienda una invitación. Las invitaciones se hacen con actitud de hospitalidad y de colaboración", dijo.