Las entidades vecinales más directamente implicadas o afectadas por la reforma del jardín interior de las grandes vías de Valencia han mostrado su disconformidad con el proyecto, bien porque lo consideran un gasto innecesario, bien porque el adoquinado de las zonas de tierra desvirtúan el paseo clásico, bien porque se olvida del tráfico de bicicletas.

"La semana que viene tenemos una reunión con el concejal Ramón Isidro para hablar de este proyecto y no lo vamos a consentir", declaró a Levante-EMV José Antonio Barba, responsable de medio ambiente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Valencia.

Barba cree que poner adoquín en las grandes vías "no es correcto", entre otras cosas porque "se pierde el concepto de paseo". Pero asegura, además, que no es la solera más recomendable desde el punto de vista de la seguridad, pues "en el marítimo ya pusieron adoquines en un parque y al poco tiempo la gente protestaba porque se camina muy mal y hay muchas torceduras".

El responsable de medio ambiente de la federación vecinal precisó que ésta es sólo su opinión personal sobre los planes del Ayuntamiento, aunque asegura que generalmente la federación asume sus posiciones y siempre se eleva una propuesta de consenso. "No lo vamos a consentir", insistió Barba, que recuerda que en el Jardín del Turia, en el tramo de Vetges Tu, "se iba a poner demasiado asfalto y rápidamente lo hablamos y lo pararon".

Vecinos de Marqués del Turia

En un sentido parecido se pronunció Giovanni Donini, presidente de la Asociación de Vecinos de Russafa-Gran Vía. En su caso dice no tener más noticias del proyecto que las que ha podido leer en los medios de comunicación, pero tiene claro cuál es su veredicto: En contra.

"Lo primero que hay que preguntarse -dice- es qué sentido tiene esto ahora, si no hay otras prioridades en el barrio. Y en segundo lugar habría que ver qué uso se le va a dar a los 4,6 millones que va a costar la obra, porque los niños, que son los que más podrían utilizar este espacio, no van a ir a una zona tan contaminada acústicamente y tan saturada de tráfico".

Tampoco el cambio de la tierra por adoquines le parece una buena idea. A juicio de Donini, "quitar la tierra para poner losas puede quedar muy bonito para el visitante, pero en un barrio con tan pocas zonas verdes resulta agradable ver algo de tierra". "Si existe un problema de compactación que perjudica a las plantas, que se mueva y les costará menos", comenta.

Hay una última cuestión sobre la que Donini quiso llamar la atención y es la falta de carril-bici en las grandes vías, una cuestión que esta reforma del jardín interior no resuelve.

"No es una prioridad, cambia el estilo del paseo con mal gusto y no estoy de acuerdo con este plan", resume el presidente de la Asociación de Vecinos de Russafa-Gran Vía, que recuerda que no hace mucho tiempo pidió una zona de juegos para niños en la Plaza del Doctor Landete y le dijeron que no había dinero.