Emiliano Carrasco y su mujer, Lucinia Santiago, recibieron ayer en su casa de San Marcelino la visita de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá. Acudió a verlos porque son una de las seis primeras familias -las otras cinco son viudas jubiladas- que se han beneficiado del programa "Veintitantos grados" del Ayuntamiento de Valencia, consistente en la colocación de un aparato de calor y frío en viviendas de personas mayores sin recursos.

Rita Barberá, que acudió acompañada de la concejala de Bienestar Social, Marta Torrado, encontró en casa al matrimonio agraciado con gran parte de su familia y con algunos vecinos. Tras conversar con ellos sobre su emigración desde Cuenca, su salud o su familia, recorrió la vivienda y comprobó la eficacia del sistema precisamente en un día bastante desapacible en Valencia.

En este recorrido por el piso pudo comprobar, así mismo, el impacto de otros programa municipales, como la asistencia en el centro de día de Arniches, la sustitución de la bañera por un amplio plato de ducha dentro del programa de eliminación de barreras arquitectónicas -Emiliano es hemipléjico y se mueve en silla de ruedas-, o la asistencia diaria de una señora para ayudarles en el aseo personal.

"El ayuntamiento trabaja para mejorar la calidad de vida de quien tanto lo merece", dijo la alcaldesa, que recordó que los gobiernos locales son los "protagonistas de las auténticas políticas sociales".

Cada uno de los aparatos de calor y aire acondicionado cuesta al Ayuntamiento 1.095 euros, lo que significa que ya se han gastado dentro de este plan más de 7.000. Además de la instalación, el consistorio paga el mantenimiento y la limpieza del sistema durante dos años.

La instalación de estos aparatos de calor y fría comenzó en el mes de diciembre del año pasado.