Los padres de los alumnos y las empresas privadas que dan servicio a los comedores escolares de la Comunitat Valenciana, que el curso pasado se adaptaron a las nuevas exigencias que imponía la Conselleria de Educación, tendrán que esperar otro año a la aplicación de la legislación que fue muy contestada. El próximo ejercicio 2011-12 vuelve a posponerse la normativa, pese a que desde el mismo departamento autonómico reconocían ayer que "los centros no pueden continuar cobrando a los padres" porque no tienen capacidad jurídica sino que debe ser controlado por los servicios territoriales.

En la actualidad, y como se ha venido haciendo durante años, el servicio tiene una gestión personalizada y son los padres, relacionados con la dirección del centro, quienes buscan a la empresa que consideran más adecuada. La reforma planteada por Educación contemplaba que sean sus direcciones territoriales las que decidan entre tres empresas homologadas, presentadas a concurso.

La conselleria había convocado a una comisión de directores de Primaria esta semana para informarles sobre cómo deberá funcionar el servicio de comedor escolar el próximo curso pero la reunión se ha retrasado. Desde la dirección general de centros indicaron a este diario que la nueva norma no se aplicará tampoco el curso próximo, pese a que se anunció en julio de 2010.

El 27 de julio del año pasado, el diario oficial publicó la orden que suspendía la vigencia de otra orden de mayo del mismo año por la que se regula detalladamente la organización, contratación y funcionamiento del citado servicio pero se optó por posponerla ante los problemas que suponía.