Parejas de novios que celebran sus bodas civiles en el palacete de Monforte han expresado su malestar por la imposibilidad de hacerse las fotos en el jardín, que lleva cerrado más de un año para ser sometido a una profunda remodelación. Esas quejas se han hecho más patentes en las últimas semanas al saberse que el proyecto está terminado y sigue cerrado al público. La conveniencia de dejar madurar la nueva vegetación podría estar detrás de este retraso.

Los trabajos de rehabilitación del Jardín de Monforte se iniciaron a principios del año pasado y se han pagado con 1,3 millones de euros del segundo Plan Zapatero. Aunque debían estar entregados en marzo de 2011, el hallazgo de restos arqueológicos, como la traza de parte del destruido Palacio de Ripalda, ha obligado a cambiar el proyecto y ha demorado las obras. En total, el jardín, uno de los más vistosos y visitados de Valencia, lleva cerrado quince meses.

Eso no ha impedido que todos los años se celebren en el palacete alrededor de 300 bodas civiles, todas ellas en sábados alternos (seis al día) y también los jueves. Es más, la lista no deja de crecer, pero son muchas las parejas que, aun sabiendo que el jardín está cerrado —se les advierte en el momento de poner fecha— expresan su decepción por no poder hacerse las fotos allí mismo.

Esa decepción se ha incrementado en las últimas semanas al saberse que las obras ya han terminado. Únicamente falta, según ha podido saber este periódico, hacer unos últimos retoques en la jardinería, que ha tenido que ser plantada de nuevo tras la recuperación y remodelación de viales y parterres. El resto está todo acabado, las estatuas restauradas y hasta las cámaras de vigilancia colocadas.

Lo único que no se ha hecho, pese a estar entre las iniciativas municipales, ha sido el derribo del muro perimetral, cuya polémica derivó en un juicio por presunta prevaricación del concejal de Urbanismo Jorge Bellver en la concesión de permisos para el aparcamiento subterráneo construido en las inmediaciones. Salió absuelto.

Todo parece indicar que el retraso en su apertura tiene que ver con el estado de la vegetación, gran parte de la cual ha sido renovada y no ha alcanzado el estado óptimo para su presentación en sociedad. Si eso se consigue a lo largo de la primavera, la inauguración se producirá, pues, en los próximos meses.

Entre tanto, el interés por casarse en este palacete no deja de crecer. El número de bodas sigue aumentando y se ha dado el caso, incluso, de que alguna pareja interesada ha decidido posponer el enlace a la espera de que esté abierto el jardín.

En la actualidad, la mayoría de los contrayentes opta por desplazarse hasta el cercano Jardín de Viveros para hacerse los reportajes de boda, pero la comodidad y los atractivos del histórico Jardín de Monforte siguen siendo un incentivo que, cerrado, genera frustración.