Baltasar Bueno

Estos días, en el Santuario de La Tirana, puerta del Desierto de Atacama (Chile), numerosos peregrinos procedentes de Bolivia, Perú y Chile celebran la festividad de la Virgen del Carmen con danzas que llevaron hasta allí misioneros españoles, algunas de ellas muy similares a las que son bailadas en el Corpus valenciano. De hecho, una es exactamente igual a la de La Mangrana y otra tiene el esquema de La Moma, aunque no la indumentaria.

Es sabido que misioneros valencianos evangelizaron México con textos de los Misteris de Corpus de Valencia, traducidos "a la lengua mexicana" y que en Cuzco (Perú) llegaron a ser construidas Rocas, similares a las nuestras, que desfilaron en procesiones de Corpus. Todo ello indica que nuestro folclore y costumbres de la religiosidad popular fueron exportadas por nuestros misioneros, especialmente en el siglo XVIII.

Las fiestas a la Virgen del Carmen en el santuario de La Tirana surgieron en torno a la leyenda, originada en la época de la conquista colonial, que narra el romance de una princesa inca con un minero español.

Cada año reúnen a unas 200.000 personas en torno a La Chinita, que es como llaman cariñosamente a la Virgen del Carmen allí. Por turnos, los innumerables grupos de baile, danzan día y noche, sin cesar, en la plaza del templo de la Virgen y calles adyacentes. Lucen vistosos e imaginativos trajes, todos de confección artesanal familiar, llenos de colorido y simbolismo. El espectáculo es una simbiosis de la cultura maya y la española de los pueblos de Perú, Bolivia y Chile, lindantes con el santuario, que se entremezclan en los días de fiestas en honor a la Virgen del Monte Carmelo.

Llegan a pie, a caballo, en autos, en autobusesÉ como pueden; desde cualquier parte. Cantan, bailan, rezan, se emocionan, lloran, algunos hasta se bautizan, toman su primera comunión y se casan. Son más de doscientas agrupaciones las que acuden a festejar la Reina del Tamarugal, la Reina del Desierto. Por el día, hace un calor insoportable, y por la noche, el rigor del frío desierto hace que uno se quede congelado. Se pasa, a partir de las seis de la tarde, de los 40 grados del día a los menos 10 grados de la noche. Los grupos denominados "Las Diabladas" escenifican la lucha entre el bien y el mal, temática presente en las danzas del Corpus de Valencia, especialmente la Moma, donde el bien triunfa sobre el mal aquí con la valiosa ayuda de la Virgen, que sustituye en nuestra danza autóctona a la Eucaristía.

La víspera del 16 de julio, todos reciben el alba con una Misa, salpicada de ovaciones, vítores, bengalas y rezos. A las tres de la tarde comienza una procesión por el minúsculo poblado con la imagen de la Virgen del Carmen de la Tirana, precedida por todos los bailes, con sus músicas, coros y coreografías, que durará siete horas.