Erradicar el picudo rojo tiene difícil solución, pero el ayuntamiento está poniendo todo su empeño para acabar con la plaga. Sin embargo, al insecto le ha salido un nuevo aliado: las ratas. Y es que los operarios municipales aseguran que los roedores están acabando con el último sistema implantado en la ciudad, desde que en 2009 el ayuntamiento firmara un acuerdo con el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) para instalar unos conductos hasta el interior de la palmera desde el que se distribuyen los tratamientos.

«Las ratas acaban con los tubos en menos de un año. Si la palmera afectada por el picudo es hembra instalar el sistema de tubos es una pérdida de tiempo y dinero porque los roedores suben para comerse los dátiles, y por el camino, arrasan con lo que pillen, tubos y cuerdas incluidas», explican los trabajadores encargados del tratamiento contra el picudo en Valencia, después de tratar los ejemplares de la plaza del Ayuntamiento.

El sistema funciona, pero la virulencia del insecto es difícil de frenar y, por si fuera poco, las ratas están duplicando el coste, aseguran los operarios del servicio. «Hay que rodear la palmera con los tubos porque el producto debe introducirse en la cabeza del ejemplar, y hay que subirlo. Las palmeras, además, crecen, y muchas veces son ellas mismas las que revientan o doblan los tubos. Es difícil acabar con la plaga y Valencia está infestada», añadieron los expertos.

Además, las mismas fuentes aseguraron que, en ocho meses, «se han arrancado 40 ejemplares por el picudo rojo, y solo en la zona sur, que es la más afectada. La plaga avanza y solo funcionan los tratamientos continuos y constantes». El año pasado, el ayuntamiento arrancó un centenar de ejemplares enfermos.

La plantilla de jardinería se reduce a la mitad durante dos meses

La empresa adjudicataria del cuidado y mantenimiento de los parques y jardines de la zona norte de la ciudad „Fomento de Construcciones y Contratas (FCC)„ inició ayer un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectará a la mitad de la plantilla, concretamente a 178 trabajadores. Según el comité de empresa de FCC, la plantilla trabajará al 50% durante dos meses, que es el tiempo de un ERE «que enviará a la calle a 178 trabajadores durante 30 días. La mitad de la gente trabajará en septiembre y la otra mitad en octubre». La medida responde a una decisión que se adoptó el 24 de febrero de 2012, cuando la Junta Gobierno Local aprobó una nueva distribución de medios materiales y personales relativos a la subrogación de los trabajadores de la contrata de la poda, a la de limpieza y mantenimiento de parques y jardines, es decir, a FCC y Sociedad Agricultores de la Vega (SAV), tras la reducción en 1,4 millones de euros para esta partida municipal