La Policía Local de Valencia multará a partir de hoy con 1.500 euros a aquellas fruterías que expongan sus productos en la calle. Se trata de la aplicación de una normativa europea que entró en vigor el pasado mes de marzo y que se aplicará a partir de hoy después de celebrar varias reuniones informativas en los últimos dos meses. Algunas tiendas del barrio de Benimaclet ya han expresado su disconformidad con esta medida, aunque desde el Ayuntamiento de Valencia se asegura que son apenas tres y que en toda la ciudad se acatará la orden.

Algo parecido a esto ocurrió ya en Valencia en el año 2008. El consistorio realizó una campaña para evitar que las fruterías ocuparan la acera con su género. Llegaron a imponerse sanciones de 750 euros, pero aquello pasó y al final todo siguió igual que antes.

Ahora, sin embargo, el problema no es de ocupación de vía pública, es de sanidad. La Unión Europea ha ordenado a sus paises miembros aplicar a partir del mes de marzo una normativa que impide la exposición de productos alimenticios en la calle. Así se evita cualquier posible contaminación voluntaria o involuntaria.

Esto trasladado a Valencia, afecta básicamente a las fruterías, que son las que tienen sus expositores en la calle para que la gente vea el género. Por eso, durante los últimos dos meses la Policía Local ha mantenido reuniones informativas con los tenderos para explicarle la normativa y convencerles de la necesidad de cumplirla. Se cumple con la Unión Europea y además se impide la ocupación de vía pública a la que se aludía en 2008, dijeron fuentes municipales.

A partir de hoy, por tanto, se aplicará la norma con todo su rigor. Los agentes recorrerán todos los barrios para comprobar que se cumple con la normativa y, de lo contrario, impondrá sanciones a partir de 1.500 euros.

Fuentes municipales aseguran que los vendedores se han mostrado mayoritariamente dispuestos a seguir sus indicaciones. Únicamente en Benimaclet, admiten, ha habido tres tiendas que se niegan a cumplir con estos requisitos. Los paquistaníes, sin embargo, no han puesto ningún problema, dicen, pese a tener la mayoría de los locales dedicados a la venta de fruta.