El proyecto del Ayuntamiento de Valencia para construir un Centro de Interpretación de Velluters en un edificio cercano al Colegio del Arte Mayor de la Seda ha salido de nuevo a la palestra al conocerse ayer en la Comisión de Hacienda una obligación de pago de 2,1 millones de euros por el edificio de la calle Guillem de Castro, número 38, comprado en el año 2010 al Instituto de la Vivienda de las Fuerzas Armadas.

El portavoz de Compromís, Joan Ribó, cree que se trata de un «derroche» de dinero comprar un edificio para destinarlo a Centro de Interpretación de Velluters «mientras abandona a sus suerte el Colegio del Arte Mayor de la Seda», que está en estado ruinoso y de ser rehabilitado cumpliría mucho mejor esa función.

Ribó quiso llamar la atención sobre la actitud del equipo de Gobierno municipal de «despreciar el patrimonio histórico» y al mismo tiempo «malgastar recursos en construir edificios o grandes eventos nuevos que muchas veces sirven para bien poco, por no decir para nada». «¿Cómo es posible que no importe que se caiga un edificio antiguo y catalogado y se dediquen recursos a construir un edificio nuevo? ¿Tan poca estima tiene Rita Barberá a la historia de Valencia», se pregunta el portavoz de Compromís.

La respuesta la dio el concejal de Urbanismo, Alfonso Novo, que recordó que este proyecto, que ha de ejecutarse con cargo al Plan Confianza de la Generalitat Valenciana, «consiste no sólo en la creación de un Centro de Interpretación en Velluters, sino en la obtención de un suelo destinado a servicio público que permita recobrar la imagen unitaria de la histórica Plaza del Pilar y, con ello, recuperar un entorno en pleno corazón de Velluters». Este edificio, además, posibilitará, a través de un pasaje, conectar la Plaza del Pilar con Guillem de Castro.

Novo recuerda, por último, que el Colegio de la Seda es una institución privada, lo que no quita que se estén buscando soluciones desde el ayuntamiento y la Generalitat Valenciana.