La Junta de Gobierno Local aprobó ayer la sustitución de varios proyectos del plan Confianza valorados en cerca de 28 millones de euros por otros nuevos que reporten «mayor beneficio social» al municipio, entre ellos la rehabilitación del Colegio del Arte Mayor de la Seda o la consolidación estructural del monasterio de San Vicente de la Roqueta, las dos grandes piezas del patrimonio valenciano que quedan por recuperar y también las más amenazadas.

El Colegio de la Seda, una institución privada que había quedado fuera de los planes municipales precisamente por eso, es un edificio del siglo XV cuyo estado actual es de ruina casi total. En principio, fue la Generalitat la que presupuestó una partida para su rehabilitación, pero ese dinero no llegó y pasados unos años el ayuntamiento pensó en incluirlo en el 1% cultural, otra vía frustrada.

Anunció entonces el consistorio que volvería a negociar el asunto con la Generalitat y, al parecer, el resultado es éste. La propuesta es que se incluya en el Plan Confianza con un presupuesto de 1 millón de euros. De entrada, la obra se presupuestó en 1,6 millones, pero los propios responsables del edificio aseguraron que con la crisis y las bajas en las licitaciones, podría hacerse por menos.

Eso si, al tratarse de una entidad privada habrá que firmar algún tipo de convenio para que el edificio, que será museo de la seda, pueda «ser disfrutado por todos los valencianos».

Por su parte, el consistorio ha propuesto también que se incluya en el Plan Confianza una partida de 1,1 millones de euros para cerrar el proyecto de consolidación estructural del monasterio de San Vicente de la Roqueta, edificio cuna del cristianismo valenciano situado en la calle San Vicente, junto a la Plaza de España, que se había quedado fuera en la última lista del ayuntamiento.

En total, el Plan Confianza ya ha dispuesto para este plan casi 4 millones de euros, pero aún no se ha abordado la rehabilitación integral del edificio, que lleva abandonado dos décadas sujeto con puntales.

De hecho, aún no se ha decidido ni tan siquiera el uso que se le dará, pues el ayuntamiento se propone, sin demasiado convencimiento, trasladar allí la biblioteca que ahora está en la Plaza de Maguncia y las asociaciones vicentinas insisten en que el edificio se dedique a la memoria del mártir, a su figura y a fomentar el camino de peregrinación al lugar en el que está enterrado.

A estos dos hitos arquitectónicos hay que añadir, por último, un gasto de 1 millón de euros para la rehabilitación de dos edificios protegidos en la Plaza del Doctor Collado y los dos sótanos recayentes a la calle Pere Compte, que gozan de un nivel de protección integral. De hecho, se trata de poner en valor estos espacios pegados a la Lonja de Mercaderes, lo mismo que ocurre con el Colegio de la Seda, con los que formaría un conjunto de interés turístico y cultural.