De forma paralela a la intervención de la imagen de la Virgen de los Desamparados, los restauradores del Ivacor han comenzado ya con la restauración de las pinturas murales del camarín de la Basílica de la patrona de la capital del Túria.

Al igual que con la talla, la primera fase se basado en la realización de «los estudios previos necesarios para determinar la composición exacta de las pinturas, la técnica utilizada y el estado conservación de las mismas», tal como subraya el equipo técnico. Éstos han consistido en técnicas científicas fotográficas -UV y digital high Resolution, reflectografía IR y falso color- y en el análisis de todos los materiales con toma de micromuestras, que han sido estudiadas mediante «microscopía óptica y microscopía electrónica de barrido». Estos trabajos se han centrado tanto en el soporte de las pinturas «intonaco» y «arriccio» como en los oros que componen los elementos ornamentales del camarín.

Los datos que se han logrado obtener gracias a estas técnicas de estudio ha favorecido un inicio de la intervención directa sobre las pinturas, que según los restauradores ha consistido en «la eliminación del humo, polvo superficial y partículas sólidas» que se han detectado en la estructura.

Para desarrollar toda esta limpieza, las labores se han dividido en dos fases. En una primera, se han empleado «métodos mecánicos: brochas blandas, microaspiración y goma wishab -una esponja-. Mientras, en una segunda etapa se ha optado por utilizar «empacos de sepiolita -elementos absorbentes- y agua destilada».

Actualmente, la restauración del camarín anda más avanzada que la de la talla, puesto que mientras la imagen acaba de entrar en la segunda fase del proyecto, los técnicos ya están realizando la tercera fase de la intervención en esta estructura. Lo que ahora se está aplicando al camarín es «el estucado de faltantes y la reintegración cromática» de sus materiales.

Más costoso que la talla

Los fondos destinados a la restauración del camarín alcanzan la cifra de los 300.000 euros. En cambio, en el caso de la talla se han invertido 60.000 euros. El dato refleja, además de la mínima intervención de la imagen, que el camarín requiere de una gran inversión para su remodelación. Tanto el camarín como la talla original han sido sustituidos en la Basílica por la imagen peregrina de la Virgen de Carmelo Vicent.