Vecinos y grupos políticos cerraron ayer filas con el centro asistencial que construye Casa Caridad en Benicalap, tras las protestas de un grupo de vecinos entre los que se ha instalado la idea de que el centro asistirá a toxicómanos, extremo desmentido por la centenaria institución benéfica. La concejala de Bienestar Social, Ana Albert, elogió el proyecto y explicó que se trata de un centro para personas convalecientes sin recursos que también contará con una guardería y con un comedor social. Albert atribuyó el rechazo a su construcción expresado por algunos vecinos a «una confusión» sobre el destino de este espacio, que ocupará una parcela municipal sita en la calle Ecuador.

El portavoz del PSPV, Joan Calabuig, tras mostrar su apoyo a la Asociación de Vecinos de Benicalap, que ha sido objeto de las iras de vecinos contrarios al centro asistencial por entender que ha propiciado su instalación allí, apuntó que el error de fondo ha sido la falta de información y transparencia en la tramitación del proyecto.

En un intento de poner paz en Benicalap y acabar con las protestas vecinales de los últimos días, como consecuencia de las cuales ayer Casa Caridad decidió suspender las obras del nuevo centro asistencial, los promotores del proyecto lo presentarán hoy oficialmente en un acto en el Palacio de la Exposición, al que está anunciada la presencia del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra.

Todo apunta a que los vecinos contrarios al centro de Casa Caridad acudirán al acto para mostrar su rechazo. Fuentes de Casa Caridad apuntaron que la institución no se plantea renunciar a la construcción del edificio.

El presidente de la Asociación de Vecinos de Benicalap, Josep Bellver, lamentó la actitud «agresiva e insolidaria» de algunos vecinos y comerciantes «interesados» que creen que la presencia de un centro para personas sin recursos puede crear mala imagen en el barrio.

La concejala de Bienestar Social recalcó ayer que el nuevo centro de Casa Caridad no suministrará metadona ni se asistirá a toxicómanos. Casa Caridad reiteró que las instalaciones «están destinadas a personas sin recursos en estado convaleciente, a familias y a niños en riesgo de exclusión».

Por su parte la Confederación de Asociaciones de Vecinos de la Comunitat dio ayer su «apoyo incondicial» a la asociación de Benicalap «en su tarea de hacer un barrio solidario y de progreso donde con su acción desinteresada mejore la calidad de vida». La federación calificó de «irracional» el ataque a los responsables de la asociación de Benicalap.

Compromís y EU reiteraron ayer su apoyo a esta entidad vecinal.