Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Ramshackle Rally

Los autos locos llegan al "cap i casal"

Valencia acoge el final de un divertido «rally» con siete destartalados coches decorados de manera extravagante y procedentes de Gran Bretaña

Los autos locos llegan al "cap i casal"

Si ayer vieron circular por Valencia una limusina forrada con pelo amarillo no piensen que estaban sufriendo algún tipo de alucinación causada por el tórrido calor. En realidad era uno de los siete equipos participantes en el denominado Ramshackle Rally, o lo que es lo mismo, un desternillante viaje desde la localidad francesa de Calais hasta el «cap i casal» con vehículos tuneados con las decoraciones más extravagantes. La prueba, en la que los participantes deben conseguir una serie de retos, finalizó ayer en la ciudad tras cuatro intensas jornadas y 2.300 km, aunque todavía les queda superar una prueba más, si cabe, la más dura: hoy participarán en la Tomatina de Buñol.

«Ramshackle» es un adjetivo en inglés para referirse a las cosas u objetos destartalados. Y es que sus coches son eso mismo, cacharros que deberían estar en la chatarrería pero que se reparan y se decoran con los motivos más absurdos y divertidos para participar en el «rally». De hecho, la organización recomienda comprar vehículos que no cuesten más de 250 libras (314 euros). También sugieren que los ocupantes vayan disfrazados, acorde con el motivo elegido para la decoración.

El objetivo es pasarlo lo mejor posible, por lo que muchos de los que se inscriben se toman la experiencia como unas vacaciones, sin ningún afán competitivo. Aguantar toda la ruta con coches de desguace ya es todo un logro. A pesar de ello, los participantes además deben completar una serie de retos antes de alcanzar la meta. Y siempre con el sentido del humor por bandera. La iniciativa nació en Gran Bretaña y cuenta con un reducido grupo de entusiastas que se reparten entre los diferentes destinos por Europa: Pamplona, Cracovia, Split, Múnich y Valencia.

Los participantes en la «carrera» que finalizó ayer en el «cap i casal» partieron el pasado 21 de agosto desde la localidad francesa de Calais, uno de los puertos con conexión por ferry con Gran Bretaña. La ruta les ha llevado por Suiza, Italia, Montecarlo, el sur de Francia y Valencia. En cuatro días han realizado 2.300 kilómetros, pero algunos tienen previsto volver al punto de partida. Es el caso del equipo «Yellow Peril», el protagonista inicial de nuestra historia con su espectacular limusina forrada con pelo amarillo. Dirigidos por Scott Cowan, en total viajan diez personas con dos vehículos «peludos», con más de 15 años en sus motores.

Scott y su equipo tienen un doble objetivo: pasarlo bien y recaudar fondos para la lucha contra el cáncer. De hecho muchos de los participantes del rali lo hacen con parte de retos benéficos. En el caso de Scott, su intención es recaudar 2.000 libras (unos 2.500 euros) para el centro Marie Curie Cancer Care. Por el momento, y a través de una de las plataformas de micromecenazgo, han alcanzado ya el 64% de su objetivo.

Scott cuenta que perdió a su padre hace unos años víctima de una cáncer de pulmón y que su madre fue también diagnosticada con cáncer el año pasado, pero afrontadamente lo ha podido superar. Se marcó el reto de participar en este especie de «rally» de autos locos y recaudar fondos para luchar contra esta terrible enfermedad. Los dos coches con los que viajan informan allá donde van de su loable objetivo.

Compartir el artículo

stats