La plataforma Salvem el Cabanyal activó ayer una campaña de ámbito nacional contra el nuevo plan de prolongación de la avenida Blasco Ibáñez, el proyecto urbanístico de Rita Barberá que parte en dos el barrio declarado Bien de Interés Cultural. La plafatorma ha remitido un documento tipo de alegaciones a decenas de entidades y colectivos, como las academias de San Carlos y San Fernando, colegios profesionales de arquitectura, órganos consultivos de la Administración, entre ellos el Consell Valencià de Cultura, y a organizaciones vecinales de todo el país para que presenten alegaciones al remozado plan del Cabanyal.
La modificación, cuya exposición pública se ha hecho coincidir con el periodo de vacaciones estivales, reduce los derribos intentando respetar la trama histórica aunque mantiene la idea de la gran avenida. Con esta modificación Barberá espera desbloquear la situación del barrio antes de elecciones y desactivar la orden del Ministerio de Cultura de 2009 que declaró expolio el plan.
Frente a la «agostidad y alevosía» del gobierno local con el nuevo plan, Salvem el Cabanyal ha optado por la estrategia de hace lo más visible posible su rechazo frontal al plan. Así ayer hizo un llamamiento a «inundar al Ayuntamiento de Valencia con alegaciones llegadas de cualquier parte del Estado Español». Salvem el Cabanyal recuerda que «cualquier ciudadano, nacido en cualquier parte, tiene derecho a alegar cuando el patrimonio histórico está en peligro de destrucción».
Salvem el Cabanyal ha difundido un documento con nueve alegaciones para facilitar las adhesiones. El documento se ha hecho llegar incluso a Estados Unidos, donde hay colectivos simpatizantes de Salvem el Cabanyal que harán llegar sus alegaciones vía telemática. Salvem el Cabanyal recuerda en sus enmiendas que la modificación del plan no supone un cambio sustancial del proyecto y es «igual de expoliador» que el plan que fue paralizado por el anterior Gobierno socialista hace cinco años. Así lo destacaron recientemente dos importantes organizaciones internacionales defensoras del patrimonio histórico, en concreto, la fundación estadounidense World Monument y Europa Nostra.
La nueva versión de la prolongación no minimiza los daños del plan original sobre la «trama histórica» del barrio y la disposición parcelaria paralela al mar de las antiguas barracas, una de las características por las que el barrio fue protegido, aducen salvem.
En sus alegaciones, el colectivo vecinal asegura que la modificación que propone el ayuntamiento producirá un «daño irreparable» en el barrio por lo que piden una nueva redacción del plan que «preserve los valores patrimoniales» del Cabanyal y con participación ciudadana. Argumentan que el plan altera la estructura urbana del barrio y «rompe la coherencia urbanística» del Cabanyal al introducir edificios de cinco alturas en el núcleo histórico donde predominan las viviendas de dos y tres alturas. Esto provocará, advierten, un efecto pantalla y de segregación en el antiguo barri de pescadores.
En las alegaciones, Salvem el Cabanyal considera insuficiente la protección para la centenaria lonja de pescadores, que quedará aislada en medio de una rotonda. Apuntan que la prolongación de Blasco Ibáñez está desfasada y que también preveía un trazado Este que atravesaba Viveros que fue descartado hace años.
Una reciente sentencia del Tribunal Constitucional que anula parcialmente la ley de Patrimonio de la Comunidad de Madrid por rebajar el nivel de protección de los BIC es la base de las alegaciones de Podemos Patrimonio contra la modificación del plan. De momento, las de Podemos son las únicas enmiendas recibidas al documento, cuya exposición pública concluye el 22 de septiembre.
