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Muestra

El grial no suena bien

Los visitantes se quejan de la contaminación acústica de los audiovisuales

Un visitante ante la réplica del Santo Cáliz de la exposición del Almudín. efe/j. c. c.

La exposición «Los caminos del grial» tiene problemas de acústica. Así lo han hecho notar algunos visitantes que se han quejado de la atmósfera sonora de la exposición que repasa a través de obras de arte (tapices, piezas de orfebrería, cuadros, etc...) y montajes audiovisuales la historia de la reliquia del Santo Cáliz que se venera en la catedral de Valencia desde el siglo XV. Los visistantes se quejan, en concreto, del ruido excesivo de la exposición donde, aseguran, el sonido de unos audiovisuales interfieren en el de otros.

A falta de la reliquia auténtica y de referentes históricos del camino del grial, los audiovisuales eran una pieza clave para dar contenido a la exposición e hilar el discurso entre las distintas piezas que se exhiben. Los responsables del montaje audiovisual (Adarve Producciones) han intentando crear una atmósfera sonora inquietante, de aparente caos auditivo, con una banda sonora que intenta transmitir la sensación de misterio y de peligro que debió rodear al grial en su viaje desde Roma hasta Valencia. Más allá de este efecto lo cierto es que para aislar los montajes audiovisuales que forman la exposición „entre los que se incluía una mesa redonda del Rey Arturo, finalmente, descartada„ se iban a instalar pantallas acústicas entre unos y otros. Sin embargo, estos sistemas de aislamiento no se han instalado, en parte, por las limitaciones de uso del edificio del Almudín, un edificio gótico de máxima protección patrimonial y también por falta de presupuesto. El resultado es que el sonido de unos audiovisuales interfiere con otros.

La exposición del santo cáliz, inaugurada el pasado mes de marzo, es el plato fuerte de la programación cultural del Ayuntamiento de Valencia, y en el primer mes de apertura al público ha recibido a más de 20.000 visitantes. La alcaldesa, Rita Barberá, quiere apostar por la promoción de la reliquia del santo cáliz y lanzar a la ciudad como destino del turismo religioso. Sin embargo, el montaje no ha sido fácil ni ha estado exento de tensiones. La iglesia se ha negado a ceder, alegando motivos de seguridad, la reliquia a la exposición. Una reliquia cuya propiedad la alcaldesa llegó a insinuar que era de la ciudad. La exposición que en un principio iba a potenciar la faceta de misterio y leyenda del grial ha acabado siendo una exposición con connotaciones, sobre todo, religiosas.

La tradición cuenta que, muerto Jesús, el santo cáliz fue llevado a Roma donde los papas del cristianismo en la clandestinidad. En la época de las persecuciones a los cristianos, en el siglo III, el papa envió la copa con San Lorenzo a Huesca, tierra natal del santo. La copa estuvo oculta en distintos lugares de los Pirineos hasta llegar a San Juan de la Peña. Cuando Martín el Humano integró el cáliz en las joyas de la Corona de Aragón, la reliquia empezó un nuevo periplo por Zaragoza, Barcelona y finalmene Valencia. El rey Alfonso el Magnánimo la entregó a la Catedral como aval por los préstamos del cabildo para las guerras.

Compromís critica el derroche en altavoces y audiovisuales

El gasto en los equipos audiovisuales de la exposición del Santo Cáliz pagado por el Ayuntamiento de Valencia asciende a más de 21.000. Una cifra que la concejala de Compromís Consol Castillo calificó ayer de «desorbitada». La concejala ha cotejado las cifras de las facturas del montaje audiovisual con los precios de mercado. Según esta comparativa el ayuntamiento habría pagado por el alquiler de algunos equipos, como los altavoces, hasta cuatro veces su precio de mercado. «No se entiende que el alquiler por 4 meses de algunos equipos sea más caros que adquirirlos nuevos y con dos años de garantía», destacó.

Castillo ha criticado que la mayor parte de los audiovisuales del Museo de Historia de la Ciudad y de la Almonia se encuentren inservibles y que se alquilen equipos para otra exposición a precios fuera de mercado. Castillo asegura que la exposición del Grial, cuyo coste se ha disparado a casi 400.000 euros, «es un ejemplo más del mal uso de los recursos públicos por parte del PP».

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