El rector de la Universitat de València (UV), Esteban Morcillo, alabó ayer la actitud dialogante del Consell, especialmente de los titulares de Hacienda, Juan Carlos Moragues, y de Educación, Mª José Català. A menos de un mes de las elecciones y ante lo más granado de la economía y la política local, en el marco de su intervención en los desayunos del Nueva Economía Forum que acoge el Hotel Astoria, el rector aprovechó para reconocer que las cinco universidades públicas valencianas «siempre han encontrado vías de diálogo con la Generalitat; siempre hemos tenido la posibilidad de trasladarles nuestro punto de vista». «Y hemos sido escuchados», añadió.

Lejos queda ya noviembre de 2013 cuando el mismo Morcillo llegó a poner su dimisión sobre la mesa de Moragues y Català, si el recorte en la subvención de 2014 del Consell a la UV «superaba el límite de lo necesario para su subsistencia». «No quería pasar a la historia como el rector que tuvo que despedir profesores», dijo entonces.

Más lejos queda mayo de 2013, cuando alertaba que las tres grandes universidades — además de la UV, la Politècnica de València y la Universidad de Alicante— no tenían con qué abonar la extra de junio a sus trabajadores debido a los impagos del Consell, que ascendían entonces a 1.200 millones de euros, 900 de ellos de deuda histórica o anterior a 2010. E incluso parece olvidada la amenaza de los cinco rectores de denunciar ante los tribunales los impagos del Consell.

Pese a todo, el diálogo que ayer agradeció Morcillo llegó a buen puerto con el acuerdo firmado el pasado 30 de diciembre con el Consell por el que la Generalitat asumía la mitad de la deuda histórica de las universidades y se compromete a pagar el otro 50 % entre 2015 y 2022. En el caso de la UV, este convenio se ha traducido en una reducción en el endeudamiento de 90 millones (ahora restan otros 90), lo cual permite un ahorro en intereses de más de tres millones cada año.

No obstante, tras echar un capote al Consell al reconocer que los valencianos padecemos por parte del Gobierno central una «infrafinanciación crónica que nos asfixia», dijo que «se ha avanzado algo» en cuanto al pago de la deuda antigua a las universidades, y también la reciente, aunque «quizá no lo deseable». En todo caso, subrayó que «si se cumplen las expectativas de crecimiento económico» su esperanza es que se pueda recuperar el fallido Plan Plurianual de Financiación (PPF) que firmaron las universidades con la Generalitat de Francisco Camps. «Este será uno de los primeros retos del nuevo Consell», lanzó al aire ante un salón en el que destacaba la presencia de cuatro consellers —además de Català y Moragues, Manuel Llombart (Sanidad) y Asunción Sánchez Zaplana (Bienestar Social)—, la alcaldesa Rita Barberá y el candidato socialista Ximo Puig.

Críticas a Wert

Las flores de Morcillo al talante del actual Consell se tornaron espinas para el ministro de Educación, José Ignacio Wert, por la imposición de los grados de tres años, la tasa de reposición, la subida de tasas, los recortes en becas y en I+D+i.

Al ser preguntado por la reapertura del Colegio Mayor Luís Vives, que lleva casi tres años cerrado por graves defectos estructurales, el rector apuntó que las reducciones presupuestarias han afectado especialmente al área de inversión en infraestructuras. Al señalar que dicha rehabilitación «hoy no es posible vía inversión» de la UV, se mostró favorable a estudiar si la colaboración público-privada pudiera ser una solución.