Seis horas de pies inquietos circulando por la ciudad, de abolir las quejas por el insomnio y de agarrarse a la ciudad en su noche grande. La Gran Nit de Juliol llenó Valencia de fiesta, cultura y diversión, con la población volcada en una agenda de más de treinta actos. Desde el desfile de la Banda de Tambores y Cornetas de Sant Lluís Bertran, a la ciudad le brotaron escenarios improvisados en el centro histórico.

Las plazas de la Virgen, del Ayuntamiento o del Patriarca, así como la plaza Redonda, plaza de la Merced, del Pilar o de La Almoina acogían espectáculos musicales, interpretativos o escénicos para todos los públicos y de forma gratuita llenando todos estos espacios con los casi 5.000 asientos improvisados. El Ayuntamiento también abrió las puertas del hemiciclo y el Salón de Cristal para varias interpretaciones corales e instrumentales, mientras que los museos municipales de la ciudad se sumaron a esta noche de celebración cultural y artística. El centro histórico fue el recorrido de un desfile de color que se inició en la calle de la Paz y culminó en el Teatro Principal de Valencia, y una batucada brasileña abría el pasacalle itinerante: fuego, animales hinchables gigantes y coreografías en zancos transitaron por un mapa festivo. Mientras, en otros puntos de la ciudad actividades cotidianas de la Fira de Juliol, como los castillos de fuegos artificiales, las preselecciones falleras en los Jardines del Palau o el Concierto de Viveros de «La noche de la Movida Valenciana», continuaban su curso. En la otra ciudad, la virtual, la etiqueta #GranNitVLC se convirtió durante varias horas en la tendencia en Twitter.

Y al despertar, ¿qué?

Le queda cuerda aún a la Fira, aunque ya esté dando los últimos coletazos. Valencia amanecía ayer en mansa resaca tras la batería festiva y apenas había un par de actos preparados para ayer, más allá de la rutina de preselección de falleras.

Por la tarde (a las 18:00, para que a nadie se le atravesara una siesta demasiado corta) un mercado medieval despuntaba en Bolsería, que terminaría alargándose hasta pasada la medianoche. A las ocho, el quinteto de metales Back to brass ponía suave banda sonora al «día después de» en la plaza Lope de Vega, en contraste con el alborozo adolescente en los jardines de Viveros. Respecto a las preselecciones de falleras, ayer le tocó a otros dos sectores. En los Jardines del Palau se concentraron las comisiones de Algirós y la Olivereta para escoger a sus representantes del presente curso.