Parecía extinguido, pero el fuerte viento de Levante que sopló ayer provocó una chispa que originó un segundo incendio en el Parque Natural del Saler en apenas cuatro días y con una misma zona afectada: la mallada Redona, en la playa de la Garrofera. El origen de este segundo fuego está claro y así lo explicó la concejala de Protección Ciudadana, Sandra Gómez: «el fuerte viento ha reavivado el incendio del pasado jueves. Como teníamos un perímetro de seguridad establecido y a agentes del policía local controlando la zona, enseguida se han dado cuenta de la presencia de un foco, justo donde empezó el fuego la semana pasada».

El fuego volvía a ser protagonista en el Parque Natural de la Devesa y la reacción fue inmediata. Los bomberos tardaron tres horas en estabilizar y controlar el incendio (una hora más que el pasado jueves), con la ayuda de diez vehículos y dos brigadas de Emergencias, dos autobombas, un capataz coordinador y un agente medioambiental, dos brigadas de la Diputación, helicópteros V-3 y V-0, dos avionetas y un técnico forestal, entre otros. Eso sí, los trabajos continuaron toda la noche para «refrescar la zona y evitar cualquier rebrote más». Esta mañana se ha dado por extinguido.

Ahora bien, mientras los bomberos trabajaban ayer en la extinción de las llamas, las investigaciones de la Guardia Civil sobre el origen del primer fuego descartaban las «causas naturales» y se centraban en «saber si el origen fue una negligencia o un fuego provocado», explicó ayer Sandra Gómez. Ese incendio, el primero, arrasó seis hectáreas de Parque natural, una cifra a la que hay que sumar dos hectáreas más del fuego de ayer.

El viento, además, dificultó bastante el trabajo de los bomberos ya que empujaban las llamas hacia la carretera y la parte más boscosa de la zona. Eso sí, el fuego se originó casi al lado del incendio del pasado jueves, justo en el perímetro, calcinando la zona verde que había quedado intacta al salvarse de las llamas en primera instancia. Gómez justificó la existencia de varios focos por un viento de Levante con rachas entre 30 y 40 kilómetros por horas. «El viento no ha acompañado y, además, ha hecho que las llamas saltaran y crearan pequeños focos alrededor del fuego principal. Y, una vez más, debo dar las gracias a los bomberos por su rápida actuación porque en menso de diez minutos estaban en la zona los agentes de Valencia y las brigadas de la Generalitat ayudando con los dos hidroaviones y dos helicópteros, además de tres brigadas forestales, la guardia civil y los compañeros de la policía local y nacional», explicó Gómez. la concejala estuvo acompañada por José María Ángel, director general de la Agencia de Seguridad y Respuesta a las emergencias, la concejala Consol Castillo y la alcaldesa pedánea del Saler, Ana Batlle. Ninguno se fue de allí hasta que el fuego no estuvo controlado. Ocurrió a las 19 de las horas, cuando los bomberos aseguraron que ya no había llamas por lo que los medios aéreos se retiraron mientras los bomberos continuaban sus labores de control. Gómez ya respiraba un poco más tranquila. «Ya no hay humo ni fuego activo. Los medios terrestres están controlando el perímetro de la zona afectada para continuar refrescando el área afectada. Oficialmente está estabilizado y todos los esfuerzos se centran ahora en eliminar cualquier foco enterrado, con la realización de zanjas», aseguró.

Mientras los bomberos trabajaban sin descanso, la policía local cortó la CV-500 y los accesos a la misma, formando largas colas de vehículos. Durante algo más de dos horas la carretera CV-500 sentido El Palmar estuvo cerrada entre los puntos kilométricos 6,500 y 8,500. Los agentes desviaron el tráfico por Alfafar debido al fuego. El servicio de la línea 25 de los autobuses de la EMT también quedó suspendido de forma temporal.