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Los contrastes de la ciudad

Una calle que separa dos mundos

La recuperación de las alquerías de Solache y Carena en un bonito parque de Benicalap choca con el abandono que se encuentran los vecinos justo en frente, en la calle Río Segre

Una calle que separa dos mundos

­El ayuntamiento localiza oficialmente la Alqueria de Solache y la de Carena en Benicalap, aunque para muchos vecinos es Torrefiel. Está justo en el límite de ambos barrios „el Camí de Montcada„, una zona de la ciudad donde las calles separan a veces dos mundos. Riu Segre es un buen ejemplo de ello. A un lado, un precioso jardín con instalaciones deportivas y un par de históricas alquerías rehabilitadas. Al otro lado, un inmenso solar convertido en un gigantesco pipican de las mascotas, repleto de escombros y de enseres abandonados.

Lo cierto es que, si no giras la vista, el Jardí del Camí de Montcada ofrece una sensacional vista del barrio. Su estrella, sin duda alguna, es la Alqueria de Solache, la cual se recuperó para convertirse en la sede del Centro de Promoción de la Salud del Adolescente. Durante su rehabilitación, hace unos cinco años, se salvaron dos elementos de gran valor etnológico como son sus llits de cucs de seda y un reloj de sol situado en la fachada principal. Junto a ella otra fiel compañera que antes dominaba la huerta de Benicalap. La Alqueria de Carena es ahora un vestuario para los niños que juegan en el campo de fútbol que existe en el parque.

La Alqueria de Solache y la de Carena son afortunadas en un entorno donde existen demasiados casos de claro abandono y olvido del patrimonio cultural valenciano. A escasos 500 metros la Alqueria de Falcó continúa con su imparable degradación. Pero ni siquiera hay que irse tan lejos. Enfrente mismo del Jardí del Camí de Montcada un solar ocupa muchos más metros que el parque. Se utiliza como aparcamiento para los vecinos que viven en los edificios de nueva construcción, pero también como pequeño vertedero donde se encuentran desde escombros, hasta muebles abandonados, además de inmenso pipican para las mascotas. Hoy todavía pervive algún árbol frutal plantado en el viejo campo.

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