Ramón Vilar y Joan Ribó confirmaron ayer las dificultades para cobrar el IBI a los locales de la Iglesia, incluso a aquellos que no se destinan al culto y se usan como negocios. La Ley del Mecenazgo lo impide, dijeron, por lo que la única manera es cambiar la ley o pedir, como así harán, una compensación al Gobierno por el dinero que dejan de ingresar, unos 800.000 euros anuales. Por lo pronto, sólo han conseguido pasarle el recibo a tres edificios religiosos que están a nombre de particulares.