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Indemnización

La contratista de la Harinera exige daños y perjuicios por el parón de las obras

El ayuntamiento se niega a indemnizar mientras el plazo de finalización de los trabajos ya se ha sobrepasado

La contratista de la Harinera exige daños y perjuicios por el parón de las obras

El Ayuntamiento de Valencia ha rechazado el recurso de reposición de la UTE adjudicataria de las obras de rehabilitación de la Harinera para cobrar daños y perjuicios por la «suspensión temporal» de las obras ordenada por el consistorio el pasado mes de julio. Fue la propia adjudicataria de las obras la que solicitó al consistorio la paralización de las obras entretanto se redactaba la modificación del proyecto. La situación de ruina y el riesgo para los trabajadores que presentaba el edificio obligaron a rehacer el proyecto para reforzar la seguridad del edificio, lo que generó unos sobrecostes que la empresa reclama al consistorio. La contratista también reclama ahora los daños y perjudicios que le ha supuesto la paralización temporal de las obras, algo que el servicio de Proyectos Urbanos se niega a asumir alegando que la suspensión de las obras no es atribuible a la administración y que fue la misma empresa la que la instó.

Consecuencia de la ruina

La empresa adjudicataria aduce que «como consecuencia de la peligrosa y ruinosa situación estructural de la fábrica y debido a su complejidad, ha tenido que revisarse el proyecto a medida que los trabajos han ido avanzando, al descubrirse nuevos condicionantes de inestabilidad imposibles de detectar a priori».

La junta de gobierno local ratifacará hoy el informe de la Concejalía de Urbanismo que deniega el pago de daños y perjuicios al contratista por el parón en las obras de la harinera, que todavía no tienen fecha de reanudación.

La rehabilitación de la antigua Harinera, en la calle Juan Verdeguer, arrancó en septiembre de 2014 tras años de abandono y degradación que habían puesto al edificio al borde de la ruina. La previsión es que las obras, con un presupuesto de cinco millones de euros financiados por el Plan Confianza, acabaran en un año, sin embargo, los plazos se han superado con crecer. Las obras se adjudicaron a las empresas Dragados y Bertolín y la dirección facultativa se adjudicó al arquitecto Miguel del Rey y al poco del inicio de los trabajos empezaron a surgir complicaciones.

Antes de iniciarse las obras de restauración, el ayuntamiento tuvo que invertir 700.000 euros en la consolidación urgente del edificio para evitar su derrumbe. La intención del ayuntamiento cuando se adjudicaron las obras era destinar la harinera a espacio cultural y de innovación. El edificio contará con cinco plantas y entre los elementos que se integrarán está la antigua tolva de madera donde se cargaba la harina que será acristalada.

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