El ayuntamiento de Valencia tiñó ayer la fachada del edificio consistorio de rosa para celebrar el Día de la Niña, poclamado por Naciones Unidas con el objetivo de dar a conocer la realidad que viven «las pobres entre los pobres». La iniciativa persigue establecer los pasos y herramientas para acabar con la discriminación de género a través de la educación y el empleo. A esta iluminación rosa, que parte de la ONG Plan Internacional, se sumaron otras cinco ciudades españolas como Madrid, Bilbao o Santander. La organización quería denunciar así la «doble discriminación por género y edad» que afecta a millones de niñas en todo el mundo.