En el primer cuarto del siglo XVI tuvieron lugar en Valencia las revueltas conocidas como las Germanias, se atribuye al valenciano Juan Llorens su fundación, los hechos ocurrieron entre 1520 y 1522 durante el reinado de Carlos I. Llorens fue un agermanat del gremio de los pelaires de Valencia dedicado a la manufactura textil de la lana. Defendían una ciudad libre gobernada por la justicia popular desde el respeto a la monarquía y al sistema foral. Cada uno de los gremios más importantes estaba representado en la Junta dels Tretze, llamada así en memoria de Jesús y los doce apóstoles. A la muerte de Juan Llorens le sucedió el tercioperlero Vicente Peris, mucho más radical que Llorens. Peris fue ejecutado en 1522. Los artesanos se levantaron contra la oligarquía urbana y los campesinos contra los señores, en el centro de la polémica pesó el hecho de que los beneficios económicos se los repartieran los ricos sin contar con las clases populares. Fernando el Católico había autorizado a los artesanos a llevar armas y a poder formar milicias para pelear contra las invasiones de los bereberes. Hasta Valencia hicieron traer las cabezas de tres corsarios berberiscos apresados en Calpe, las clavaron en tres picas y las expusieron en la plaza de la Catedral. Por si no fuera poco tuvo lugar un siniestro hecho, la persecución y suplicio de varios hombres acusados de sodomitas, entre ellos el hornero Sanchís. Un turbio asunto avivado por los exaltados sermones del prior del convento dominico que atribuía al pecado nefando la causa de la aparición de la peste y el hambre que asolaban la ciudad.
La persecución y martirio de los acusados, se saldó con la apropiación de sus bienes por unos corruptos gobernantes.
Al siniestro episodio del hornero Sanchís se sumó el hecho de que la nobleza hubiera huido de la riada y de la peste causando un auténtico vacío de poder, al que se sumó el rey que debía celebrar las Cortes y jurar los Fuerospero iba postergando el viaje, inmerso como estaba en los preparativos de su coronación en Aquisgrán. La tensión aumenta al nombrar virrey de Valencia a un extranjero llamado Diego Hurtado de Mendoza. Al poco tiempo la Germanía fue sofocada en Valencia, y tan solo quedó activa en Xàtiva y en Alzira. Poco después aparece un rebrote acaudillado por el Encubierto, en realidad un impostor que se hizo pasar por el infante Juan, hijo de los Reyes Católicos, quién fue asesinado en Burjassot en 1522 por sus propios seguidores para cobrar la recompensa ofrecida por el virrey . La Germanía llega a su fin cuando Germana de Foix , virreina de Valencia, ordena 800 sentencias de muerte . En 1524 indulta a los paraires con una sentencia que por primera vez utiliza el castellano en Valencia todo un símbolo de la victoria sobre els agermants .
Pasear hoy por la calle Juan Llorens anima a reflexionar sobre las revueltas del siglo XVI y sus causas, sobre el injusto reparto de la riqueza, sobre el poder de la Iglesia y su obsesión sobre las conductas privadas, nos ayuda también a entender las causas de las protestas del débil frente al poderoso, una constante a lo largo de los siglos.
