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Los contrastes de la ciudad

Luz y penumbra en las barracas de Lluna

Un grupo de alquerías sobreviven en Benicalap a la expansión de la ciudad - Casi la mitad de las casas de huerta están tapiadas y evidencian un deterioro galopante

Luz y penumbra en las barracas de Lluna

­La expansión de la ciudad le dio un bocado definitivo a la huerta en Benicalap, en el noroeste de Valencia. El mordisco fue tan grande que prácticamente desaparecieron las tierras de cultivo de este antiguo pueblo, anexionado al cap i casal a finales del siglo XIX. De su antigua trama sobreviven algunas casas en el casco histórico y otras pocas alquerías donde antes había prósperos regadíos. Catorce de ellas siguen en pie en el Camí de les Barraques de Lluna, algunas demostrando que son el orgullo de nuestro pasado y otras, sin embargo, reclamando una última oportunidad antes de sucumbir por la ruina.

El Camí de les Barraques de Lluna está en aquel nuevo barrio que denominaron Nou Benicalap, y que permitió la expansión del hormigón y los grandes edificios desde el núcleo primitivo hasta lo que hoy es la Ronda Nord. Cientos de hanegadas de campos de labranza fueron arrasados y hoy, años después de que aquel PAI, los solares vacíos superan a los que están construidos. El Ayuntamiento de Valencia decidió salvar catorce alquerías de aquel camino que, según investigaciones, llegaba hasta la misma plaza de Benicalap „donde se ubicó el llamado Portalet„.

Hoy en día tan solo dos de estas alquerías „que antes fueron barracas„ están habitadas, por una familia que por cierto conserva muchas de las tradiciones de antaño, con caballería incluida. Otras dos fueron rehabilitadas y una de ellas, construida en 1870, es la sede actual de la Federación de Fallas Benicalap-Campanar. Pasear por los amplios espacios ajardinados del nuevo barrio y encontrarse estas alquerías es todo un descubrimiento para el viandante. Sin embargo, siguiendo el antiguo camino de las barracas también nos encontramos con la otra realidad de la zona, una gran mayoría de pequeñas alquerías, muchas de ellas de una planta, tapiadas y con amenaza de ruina. Deberán esperar a la intervención municipal para sobrevivir.

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