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Tráfico

El ayuntamiento propondrá convertir todas las calles de un solo carril en zona 30

El consistorio pondrá más radares y hará más controles de velocidad para intentar bajar el número de accidentes y atropellos

El ayuntamiento propondrá convertir todas las calles de un solo carril en zona 30

Giuseppe Grezzi, el concejal de Movilidad Sostenible, y Sandra Gómez, la de Protección Ciudadana, ya se han puesto deberes para 2016: reducir el número de accidentes y de atropellos mortales en la ciudad, que en 2015 han provocado 14 víctimas. Para ello, como ya anunció este periódico, van a poner en marcha una mesa sectorial de seguridad vial y ya tienen en mente varias medidas que tomar de manera casi inmediata para intentar luchar contra esta lacra. «Valencia está a favor de la vida», repite Grezzi en varias ocasiones.

Aunque cualquier medida será consensuada con Stop Accidentes o la Dirección General de Tráfico, lo cierto es que Grezzi ya tiene varias medidas en mente. Serían de fácil aplicación y contribuirían a reducir el que para él es el principal problema: la velocidad a la que se circula en la ciudad. La más importante es que planteará que la nueva Ordenanza de Circulación, que prepara el gobierno municipal, estipule que todas las calles de un solo carril de circulación se conviertan en calles 30 o ciclocalles, más amables para bicicletas y peatones, como ya han hecho en el centro de la ciudad desde el pasado mes de septiembre.

La idea no es nueva. En 2013, coincidiendo con el fallecimiento de una ciclista frente a la estación Joaquín Sorolla tras un atropello, el concejal de Circulación y Transportes de entonces, Alberto Mendoza, se puso en contacto con Valencia en Bici para proponerles esa medida. Sin embargo, lo cierto es que el PP no tuvo tiempo de terminar la ordenanza de circulación en la que planeaba introducir esta modificación. Sí que finalizaron el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS), que entre otras propuestas recogía la posibilidad de ampliar la zona 30 a la práctica totalidad de los barrios de la ciudad, incluidos Russafa, Benimàmet, Campanar, Benimaclet, Tormos, Ciutat Jardí, Albors, Aiora, La Roqueta, Pla del Remei o Monteolivete, entre otros.

En opinión de Grezzi, esta medida contribuiría a reducir la velocidad a la que se circula en la ciudad. Calles con más de un carril por sentido, como las grandes vías, las rondas o grandes avenidas como Blasco Ibáñez, El Cid o Primado Reig, mantendrían la limitación de 50 kilómetros por hora, dado que se trata de las conocidas como «vías rápidas».

Otra de las medidas que va a proponer Grezzi es mejorar la regulación semafórica de la ciudad. «Los conductores están acostumbrados a que si van rápido, a más de 50 kilómetros por hora, pueden encontrarse los semáforos en verde. Eso tiene que cambiar», explica.

Para ello crearán la conocida como «onda verde», que es un fenómeno inducido matemáticamente mediante el cual los semáforos están coordinados para ponerse en verde en un determinado orden. Así, explica Grezzi, se puede conseguir que si se circula a 50 km/h, los semáforos se vayan poniendo en verde de manera continua, para evitar pisar el acelerador.

El consistorio adquirirá más radares para vigilar las velocidades en la ciudad y hará más controles a lo largo de todo el año, no sólo en fechas como Navidad o Fallas, para evitar excesos de velocidad o de consumo de sustancias al volante. La idea que subyace tras esta batería de medidas es, dice Grezzi, que Valencia «está con la vida: no queremos ni un muerto en 2016».

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