El Ilustre Colegio de Abogados de Valencia ( ICAV son sus siglas)lleva dos siglos y medio de actividad „fue creado en el año 1759 por Berní Catalá„, y con el auge actual acaba de lanzar un extenso libro en el que recoge su devenir en la segunda mitad del siglo XX y comienzos del actual milenio.

La obra, llevada a cabo por el letrado Juan Antonio Belenguer Prieto, miembro de la Academia Valenciana de Jurisprudencia y Legislación, tiene un doble aspecto, de manera que interesa tanto a los profesionales del derecho como a los sencillamente interesados por el devenir de las instituciones de nuestra tierra.

Estudia inicialmente los factores políticos, económicos y sociales en estos sesenta y cinco años que reflejan sus más de doscientas cincuenta páginas, y la evolución de la lista de colegiados, que en el arranque de la década de los años cincuenta era de 1.084 colegiados „entre ejercientes y no ejercientes„ y una década después era de 1.433, prácticamente un cincuenta por ciento más.

Y es de destacar cómo en el más de medio siglo recogido en este libro la cifra de mujeres profesionales se ha incrementado considerablemente, al extremo de que en la última relación de la Junta de Gobierno aparecen nueve nombres femeninos entre secretaria y diputadas. Ello, naturalmente, obedece también a que con el tiempo la presencia femenina en las universidades ha sido mayor y ello ha repercutido en el ejercicio profesional; y no sólo en la Abogacía.

Los nombres de los decanos en ese período son interesantes para la ciudadanía valenciana: así, aparecen como titulares de dicho cargo elegido Eugenio Mata Cornelio, José María Torres Murciano. Emilio Attard Alonso (también figura clave en la creación constitucional), Vicente Pons Franco, Miguel Ramón Izquierdo „luego, alcalde de Valencia„, Enrique Grau Asensi, Manuel Delgado Peñate, Guzmán Guia Calvo, Luis Miguel Romero Villafranca, bajo cuyo mandato se construyó el nuevo edificio del colegio en la Plaza de Tetuán, con fachada posterior también al paseo de la Ciudadela, ya que hasta entonces el colegio ocupaba unos despachos en el Palacio de Justicia; Fernando Alandete Gordó, Francisco Real Cuenca, Mariano Durán Laguna, y el actual, Rafael Bonmatí Lloréns, hijo de un destacado profesional de la abogacía, Dimas Bonmatí Beneyto, que al doblar la década de los años cuarenta a cincuenta había sido jefe de programas de la recién fundada Radio Nacional de España en Valencia.

En el extenso libro, junto a numerosas fotografías de acontecimientos ocurridos en el ICAV, condecoraciones concedidas „muy especialmente a raíz de la riada de 1957„, se explica con detalle la celebración en 1954 del III Congreso Nacional de la Abogacía Española, en cuya apertura intervinieron el Magistrado y entonces alcalde de Valencia, Baltasar Rull Villar, el decano Molero Massa y el presidente del Consejo General de Colegios de Abogados de España, Manuel Escobedo Duato. Los valencianos aún recordamos que, como festejo en el programa de dicho xongreso, los abogados asistieron al estreno en el Teatro Romano de la obra «La destrucción de Sagunto», escrita y musicada por José María Pemán , Francisco Sánchez Castañer y Joaquín Rodrigo, e interpretada por la compañía Lope de Vega, dirigida por José Tamayo y encabezada por Manuel Dicenta, Mary Carrillo y José Codoñer. En fin: un resumen de algo muy importante y significativo de la vida valenciana en los últimos sesenta y cinco años, que además de ser interesante para los colegiados, sirve de referencia a todos los valencianos por los acontecimientos que recoge.