El Jardín del río Turia ayer no solo estaba lleno de corredores y gente en bicicleta, también de personas disfrazadas, con pelucas y su gran distintivo: una nariz redonda y roja. Los voluntarios de la fundación PayaSOSpital arrasaron con su segunda edición del Día del Corazón de Narices. Se trata de un evento festivo, muy familiar, y que tuvo mucho éxito de público y recaudación, según informaron fuentes de la organización a Levante-EMV.

«Este evento lo organizamos no solo para que la gente pueda disfrutar de un día de actividades solidarias, sino también para dar a conocer la asociación, que conozcan lo que hacemos», explicó Sergio Claramunt, director artístico, portavoz y fundador de PayaSOSpital. «Han caído mucho las ayudas, por ello hemos tenido que acudir a la realización de grandes eventos para recaudar fondos» explicó Claramunt.

«Los menores pueden comprar unas pulseras que cuestan tres euros y con ellas puede acceder a todas las actividades. Luego los padres también colaboran. Si quieren tomar algo en el bar, los precios son muy económicos», detalló Celia, una voluntaria de 21 años que participó en el encuentro.

Sonrisas para 6.700 niños

Este colectivo trata de desdramatizar la situación de los niños con hospitalizaciones de largo plazo. La fundación atiende y lleva alegría a más de 6.700 niños al año en toda la Comunitat Valenciana.

El evento de ayer se llenó de participantes como Yolanda, que acudió con sus dos hijas en los aledaños de Naturia: «Se están divirtiendo mucho. Nos enteramos de este evento a través un grupo de ´WhatsApp´ que tenemos con otros padres. Es el primer año que venimos y la verdad es que está muy chulo», relataba esta visitante.

«El año pasado estuvimos a punto de desaparecer y por eso organizamos este evento sin imaginarnos que vendrían más de 6.000 personas. Fue un exitazo y hemos repetido», explicó Claramunt, que añadió: «llevamos 17 años trabajando por los niños y mucha gente nos conocía, pero nos sorprendió descubrir la cantidad de personas que nos aprecia y no quiere que desaparezcamos».