Disfrutar de productos naturales y contribuir a una buena causa, dos en uno, forman parte de la acción de Verduras Solidarias, el proyecto que desarrolla la ONG Bona Gent, que tiene puestos sus ojos en la agricultura ecológica como herramienta para ayudar a la integración de personas en riesgo de exclusión laboral, en este caso con discapacidad intelectual. El proyecto está en el mercado y es el resultado del trabajo en una Escuela Ecoagrícola. A partir de unos terrenos de huerta arrendados entre el «cap i casal» y Tavernes Blanques, que han sido acondicionados para la agricultura intensiva y ecológica, los jóvenes disponen de una herramienta para incorporarse a la sociedad asimilando conceptos, como el trabajo, la responsabilidad individual y la inteligencia social y práctica, conociendo lo que significa convertirse en una persona autosuficiente, capaz de integrarse en el mercado laboral. Aunque sea, como en este caso, sosteniéndose a base de donaciones.
Porque la base radica en poner en valor el fruto de ese trabajo. Ahí es donde surge el concepto de las Cestas Solidarias. A través de la página web (www.bonagent.org) se pueden encargar cajas con productos cultivados por estos jóvenes. A cambio de un donativo se recibe una cuidada selección de productos.
El paquete básico está formado por una lechuga romana, una col lisa, medio kilo de cebollas, otro medio de zanahorias, uno de patatas y otro de habas, para un donativo de 10 euros „o más, si así se desea.
La «cesta completa», a 19 euros, incluye la lechuga, medio kilo de cebollas, hinojo, puerros y zanahorias, uno de calabaza, dos de naranjas, tres de patatas y un manojo de espinacas, con hojas de laurel optativo y gratuito en ambos casos.
Además de estos lotes, se puede encontrar todo tipo de productos a granel, por kilo o por manojo, como boniato, limones, nísperos, acelgas, cebolla tierna, remolacha y un largo etcétera, así como mermelada de naranja, miel de mil flores y huevos camperos. Todos ellos productos sin tratamientos químicos, conservando la esencia de los terrenos en los que, siglo tras siglo, han ido germinando.
Los pedidos se realizan hasta los miércoles y se reparten los jueves, para preservar al máximo la frescura de los mismos, como recién recogidas. Existe un servicio de entrega a domicilio con un pequeño recargo (gratuito si se superan los 30 euros en donativos) o se recogen tanto en la sede de Valencia (calle Isaac Peral) como en la tienda Món Natural de Meliana.
Los donativos van destinados a la creación de un Centro Especial de Empleo para posibilitar la inserción laboral de las personas con diversidad funcional. «Los colectivos con discapacidad tienen muy complicada la elección laboral y generalmente se sitúan el sector servicios como lavanderías, limpieza... que no brindan muchas expectativas de crecimiento laboral y, sobre todo, personal. La escuela de agroecología les permite alcanzar la condición de productores. Se ven capaces de producir vida con el cultivo de los productos y tienen la satisfacción de ver recompensados sus esfuerzos. Esto supone una mejora muy positiva de sus valores emocionales, especialmente el de la autoestima. Y también contribuimos a la desestigmatización de la discapacidad, demostrando que quien la padece no es útil para la sociedad y no puede ostentar otro papel que no sea el de la dependencia» aseguran en la asociación. Además de las labores de cultivo, los jóvenes participan en talleres y cursos, en los que incluso pasan a formar parte del equipo decente en aquellas especialidades donde han desarrollado habilidades.
