La avenida de María Cristina es en realidad una corta calle del distrito de Ciutat Vella. Su longitud contrasta con la de otras avenidas existentes: la del Puerto, de Blasco Ibáñez, de la Constitución, del Doctor Peset Aleixandre, etc. Sin duda la llamaron avenida porque se dedicó a la reina María Cristina de Borbón Dos Sicilias, la cuarta esposa de Fernando VII, era su tío y tenía 22 años más que ella. A los pocos meses de contraer matrimonio, el rey anunció la Pragmática Sanción de 1789, la abolición de la ley sálica, para asegurarse de que si tenía descendencia, aunque fuera niña, ésta le sucedería en el trono. Su hermano Carlos María Isidro, que había sido heredero del trono hasta entonces, quedó fuera de la sucesión y sus partidarios, los carlistas, nunca se resignaron a que pudiera gobernar una mujer.
Fernando VII tuvo por fin una hija. A la muerte del rey, enzarzados por la sucesión del trono, los partidarios de Isabel y los partidarios de su tío Carlos María Isidro emprendieron una guerra civil. Seis años después, tras el acuerdo alcanzado entre el general Espartero (isabelino) y el general Maroto (carlista), los soldados, nunca humillados ni vencidos, olvidaron sus rencores y se fundieron en el famoso abrazo de Vergara que puso fin a la primera guerra carlista.La reina María Cristina a los pocos meses del fallecimiento del rey, de madrugada y en secreto, contrajo matrimonio con un alabardero sin linaje ni instrucción, miembro de su guardia de corps. El suyo fue un matrimonio morganático „ el formado por dos personas de rango social desigual„, su significado viene de la palabra alemana morgen (matutino), se prohibía, en éste tipo de matrimonio, que cónyuges e hijos heredasen privilegios, títulos o propiedades.
Les casó un sacerdote, recién ordenado, íntimo amigo del novio. María Cristina intentó en vano mantener en secreto su matrimonio para no perder sus privilegios, pero sus numerosos embarazos, por mucho que pretendiera esconderlos, dieron mucho que hablar. Se decía en la corte que la reina estaba «casada en secreto y embarazada en público».Tras intentar acercar posturas entre progresistas y moderados se vio obligada a ceder la regencia al general Espartero. En el palacio de Cervelló, el 12 de octubre de 1840, leyó el discurso por el que renunciaba a la guarda y custodia de sus hijas que quedaron bajo la custodia del Gobierno de España. Desde el puerto de Valencia, en el vapor Mercurio, partió hacia Francia. A los cuatro años regresó, cuando las Cortes aprueban la mayoría de su hija con trece años, y la nombran Isabel II reina de España. Más tarde, por enfrentamientos con Isabel y su yerno, abandona el país de nuevo, no regresó hasta la coronación de su nieto Alfonso XII. María Cristina y su marido, al que socarronamente llaman Fernando VIII, se dedican a los negocios. Se decía que «no había proyecto industrial en el que la Reina madre no tuviera intereses».
Con el paso del tiempo se convirtió en símbolo de todos los males por su avaricia, ansias de poder y sus intrigas constantes en los asuntos de la Corte. María Cristina de Borbón Dos Sicilias, esposa de rey, madre de reina y abuela de rey, murió inmensamente rica y enormemente desprestigiada. ¡Qué cosas tiene la realeza!
