En las alegaciones que se presentaron en Castellar contra los planes de urbanización de la huerta previstos en la revisión del PGOU, derogada por el nuevo gobierno del tripartito, ya se destacaba la importancia de este ecosistema como elemento regulador del clima. Cuando sopla viento de Garbí, Castellar es la única vía libre de torres de hormigón por donde penetra la brisa marina en la ciudad.