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De paella y sangre

De paella y sangre

En esta ciudad sobra paella y falta sangre», la frase no es mía, la dijo en el George Best la incombustible Vanessa Prado. Entre cervezas sonaba muy bien, hablábamos del panorama musical de la ciudad, de los grupos de rock principalmente. Y me hizo pensar en los dos conceptos. Ninguno sobra. La paella ya tiene su emoji gracias al empuje de Eugeni Alemany que le puso sangre, y mucha, a su lucha por el reconocimiento de la Comunitat. ¡Enhorabuena! Lo que hace la determinación. Sangre sobró, y mucha, hace diez años en la parada de metro de Jesús. Ahora Camps, el que en ese momento era el máximo responsable, dice que no entiende las preguntas que le hacen, que no hubo ningún tipo de consigna informativa y que estuvo con las víctimas desde el primer momento. Poca sangre. De todas las cosas que podía haber dicho eligió la peor. Podía haber dicho que no se enteró de nada, que no quería recibir a las víctimas porque tenía otras cosas que hacer, que para eso estaba Cotino, que no quiso que se hablase mucho del tema para que se cayera en el morbo? hay miles de excusas, que no hubieran colado tampoco, pero que no llevarían el añadido de tomarnos por idiotas.

Hay un montón de periodistas que confesaron las consignas recibidas y pidieron perdón, hay muchas personas, muchas víctimas, todas, que aseguran que nunca fueron atendidas. ¿De verdad Camps creía que le iban a creer? Desde su atalaya particular crea una realidad que nada tiene que ver con lo que ocurre. Repetía sus afirmaciones sin rubor, como el que se come una paella. Pero casi peor es lo de Consuelo Ciscar que ni siquiera aparece a declarar sobre lo suyo. Esa no es la Valencia que me gusta, no se si es paella o sangre, pero no me gusta.

En cambio ahora se está viviendo otra, con paella y con mucha sangre, sangre que nos recuerda que esta ciudad está viva. Como este fin de semana que entre la Fira de les Comarques y la Primavera Educativa ha sido un no parar. En el río me encantó ver a tantos profesionales de la educación, a tantos maestros, comprometidos con su trabajo. Siempre he pensado que la docencia era una profesión que requiere una gran vocación y ver cómo hablaban de sus proyectos y programas educativos reafirmaba esa creencia.

La Fira de la Plaza de Toros, como siempre, una gran ocasión para descubrir rincones y platos que nos quedan cerca, a veces tanto que no hemos reparado en ellos. Y este fin de semana promete ser más intenso, cultura desparramada por toda la ciudad, los barrios se mueven y las organizaciones vecinales y culturales toman las calles. El barrio de Benimaclet organiza el Primer Festival de Poesía, toda una semana de recitales poéticos que te hacen reconciliarte con el ser humano.

En Patraix organizan el Festival Urbano Multidisciplinar, aunque el diseño y la ilustración tendrán buena parte del protagonismo. En las Naves el Festival Vesos, Valencia escena sostenible, en su primera edición pero que tiene muy buena pinta. Así que a disfrutar de la sangre viva que fluye y el domingo? a comer paella.

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