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Soledad acompañada

Soledad acompañada

En un bar de la ciudad argentina de Rosario, los propietarios del local para evitar que los clientes presten mayor atención a sus móviles que a las personas que les acompañan, han adoptado una original propuesta que consiste en rebajar un 10% las consumiciones de los clientes que al llegar al bar dejen sus móviles en la barra y los recojan a la salida. Por descontado que no se les aplicará descuento alguno a quién caiga en la tentación de espiar el móvil durante su estancia en el establecimiento.

Primero fue el descubrimiento de Internet, luego llegaron las tabletas, los smartphone, Facebook y Twiter, a medida que su uso se ha ido extendiendo, el grado de comunicación entre las personas se ha ido viendo afectado. Sin duda parecerá exagerado pero hay quien piensa que los teléfonos inteligentes han matado la conversación.

Cualquier actividad que nos resulte gratificante corre el peligro de convertirse en adictiva, en el caso del uso del móvil no existe todavía la unanimidad necesaria para considerar adictivo su uso por lo tanto tal vez sea más adecuado hablar de abuso, en lugar de adicción al móvil. Hay quien tiene déficit de atención personal y social. El amor necesita de lugares desconectados. La amistad necesita tiempo y atención. El descanso necesita suspender la actividad y aprender a relajarse y a meditar.

Llegaron a Altea un poco tarde, por el camino creyeron que era una buena idea ir a cenar al Cranck, tuvieron que esperar a que quedara libre una mesa. Mientras él permaneció conectado a su móvil, ella iba observando a la gente, imaginaba el tipo de relación de los que compartían mesa. En una mesa grande al fondo una abuela rodeada de hijos y nietos celebraba su cumpleaños. En otra mesa un hombre cincuentón compartía mesa con una joven que podría ser su hija, se les veía muyacaramelados. Dos parejas de mediana edad hablaban de sus cosas. Mientras iba observando todas las mesas, Martín se entretenía en contestar a los whastapp que le iban entrando al tiempo que iba leyendo los últimos comentarios en Facebook. Ella a menudo echa de menos las animadas conversaciones que tenían cuando era capaz de cruzar la ciudad para poder charlar con ella mientras tomaban café, de eso hace mucho tiempo, entonces los teléfonos no era inteligentes, servían únicamente para hablar.

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