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El plan de la huerta blinda el suelo para grandes proyectos privados en Faitanar

El ayuntamiento alegará para que se proteja también la zona agrícola degradada de Benimàmet y eliminará la reserva del acceso norte

El plan de la huerta blinda el suelo para grandes proyectos privados en Faitanar

El Plan de Acción Territorial (PAT) de l'Horta incluye como una de las 24 unidades de paisaje de huerta la de Faitanar, donde la anterior revisión del PGOU de Valencia reservaba más de cien hectáreas para usos terciarios, en concreto para la instalación de grandes equipamientos privados, como hospitales, universidades o instalaciones deportivas. El PAT, que le asigna a la huerta de Faitanar un nivel 2 de protección, que solo permite usos dotacionales relacionados con la actividad agrícola, blinda también las 400 hectáreas de huerta que la anterior revisión destinaba a uso residencial y viales en Campanar, Vera, Castellar-Oliveral o Benimàmet.

Además de los nuevos sectores urbanizables, la anterior revisión del PGOU abría la puerta a la ocupación de otras 300 hectáreas para usos terciarios, como equipamientos públicos o privados, de carácter científico-cultural, educativo, sanitario, religioso o asistencial, así como deportivo que presentaran un valor estratégico para el área metropolitana y sean de interés público. Esta «terciarización encubierta» de la huerta fue muy criticada por el grupo socialista que ahora dirige la Concejalía de Desarrollo Urbano. Esta delegación con Vicent Sarrià al frente presentará en septiembre la nueva versión de la revisión del PGOU, sin sectores urbanizables y con el nuevo catálogo de edificios protegidos donde, además, se eliminan grandes infraestructuras viarias como la reserva de suelo para el acceso norte, los nuevos puentes y los túneles de San Miguel de los Reyes.

Nuevos edificios «tradicionales»

En Valencia, el PAT de l'Horta da máxima protección a San Miguel de los Reyes, que estaba amenazada por la construcción de un túnel, así como a Poble Nou y Benifaraig. También protege con nivel 1 la huerta de Campanar y la partida de Dalt. La huerta de Faitanar y la de Castellar se clasifican con nivel 2.

Para fomentar la recuperación del patrimonio de la huerta, el PAT permite construir un 20% de edificabilidad nueva en proyectos de restauración de alquerías y barracas. Las nuevas edificaciones en zona agrícola deberán cumplir condiciones de integración paisajística. Así quedan prohibidos los elementos impropios como falsos históricos, torres o miramares. Los materiales a utilizar serán los tradicionales con una carta de color propia del lugar dominda por los colores blancos, terrosos, ocres o almagras. Los acabados en fachadas deberán ser «tradicionales» de fábricas vistas de ladrillo y mampostería. Las cubiertas serán de teja curva. La cerámica se limitará a los quicios de las puertas, ventanas y el intradós de los balcones. Se permitirán rótulos o anuncios pintados para su lectura desde 20 metros, pero no letreros luminosos.

El PAT prevé fórmulas para rentabilizar este patrimonio como los usos hoteleros y de restauración. Así contempla la creación de una red de alojamientos rurales y restaurantes en las proximidades de los itinerarios verdes y las áreas de interés recreativo. La Concejalía de Desarrollo Urbano valora esta medida porque permitirá legalizar los negocios de restauración que funcionan y crear otros nuevos. El PAT también incluye como uso el de las alquerías o barracas escuela, donde se podrán llevar a cabo actividades didácticas relacionadas con la agricultura y la producción hortelana.

La Concejalía de Desarrollo Urbano considera que sus planteamientos para el PGOU están en sintonía con el PAT si bien estudiarán el documento, en exposición pública, para presentar alegaciones encaminadas a incluir también como huerta el entorno de Benimàmet.

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