En Nou Moles las zonas verdes son tan dispares que parece una broma de mal gusto. No es que existan muchas en el barrio, debido a su carácter de enclave obrero y residencial, pero las pocas que hay no están en sintonía. Un claro ejemplo es el bonito parque junto al complejo administrativo Nou d´Octubre que, aunque algo descuidado, responde perfectamente a lo que se espera de un jardín. En cambio, el que se ha creado en la calle Brasil no reúne, a día de hoy, prácticamente ningún atractivo, salvo la zona de juegos adaptada. Por lo demás, los solares que rodean al pequeño arbolado asfixian cualquier sentimiento romántico.
En el extremo oeste del barrio de Nou Moles, lindando con el complejo Nou d´Octubre, encontramos un jardín construido hace ya muchos años y que disfruta ahora de portentosos ejemplares de pinos y palmeras, además de otras especies repartidas por todo su perímetro. Aunque se encuentra vallado, no existen puertas de acceso, por lo que su cuidado muchas veces se ha puesto en entredicho. Aún así, su aspecto actual invita al paseo, a sentarse en uno de sus bancos y desconectar de la actividad del barrio, a dejar a los niños jugar en su zona infantil? Si el ayuntamiento repara pronto la fuente central, el parque recuperará pronto el brillo que merece.
En la calle Brasil disfrutan desde hace pocos meses de una nueva zona verde, con pipicán para las mascotas y un parque adaptado. Pero a pesar de lo esfuerzos municipales, la estampa es desoladora. Los árboles, todavía muy pequeños, tardarán en dar sombra, mientras las malas hierbas crecen sin control. Lo peor de todo es el entorno, porque los numerosos solares que le rodean „suelo destinado a construir más viviendas„ no ayudan, precisamente, a reconciliarse con la zona. Es un problema de desarrollo, pero hasta que el arbolado tenga porte y las parcelas no se ocupen, es difícil que luzca.
