En el número 50 de la concurridísima avenida General Avilés del barrio de Campanar, hay un establecimiento en el cual se puede degustar una tarta artesanal sentado junto a una chimenea. Mon Petit Biscuit es un pequeño oasis en medio del constante tráfico de esta arteria de la ciudad que abrió hace menos de un año para ofrecer un momento de relax.
Sus propietarios, Patricia y Rafa, ya cuentan desde hace muchos años con otro negocio en Maestro Rodrigo, el restaurante Levante, especialista en paellas, y con esa amplia experiencia decidieron dar el paso a otro negocio totalmente distinto. «Vivimos en el barrio de Campanar y vimos que faltaba un lugar en el cual tomar algo dejando atrás el ritmo frenético del día a día. El concepto es que los clientes se sientan como en casa, ya que tenemos una chimenea y sillones. La gente del barrio ha captado la idea y hemos tenido muy buena respuesta. Es como una familia».
En Mon Petit Biscuit se puede desayunar, almorzar y merendar, pero también comer, puesto que ofrecen menús con platos fríos, si bien destacan que en breve ampliaran la oferta del mediodía.
Tartas de todos los sabores
El producto estrella de este negocio son las tartas caseras que realiza Ana, la pastelera, que según Patricia «siempre busca innovar sin perder los tradicional en sus recetas». «Por ejemplo en la Red Velvet no pone colorante, sino que la colorea con remolacha», explica. Así, además de la citada tarta también ofrece otras de zanahoria, de manzana con receta alemana (con harina integral y azúcar moreno), o una tarta de queso que incluye también crema de chocolate.
Asimismo, en Mon Petit Biscuit se puede degustar la tarta Banoffee, con plátano, nata y dulce de leche, y otra opción es la tarta de limón con merengue. Como destaca Patricia, cada semana o cada dos semanas, ofrecen una novedad en las opciones de tartas. También se pueden encargar tartas para eventos especiales, como cumpleaños y bautizos, o sencillamente para llevarla a casa.
Bocatas y desayunos para llevar
Respecto al resto de opciones, en Mon Petit Biscuit ofrecen para los desayunos, almuerzos y meriendas todo tipo de bollería tradicional, como croissants, napolitanas, empanadas, focaccia caseras, y bocadillos. «Pero no son bocadillos típicos. Los hacemos por ejemplo con tomate seco, mozzarella, salmón, pechuga de pavo...», resalta la propietaria del establecimiento.
Del mismo modo, comenta que cuentan con «muchas opciones para vegetarianos y veganos como magdalenas y tartas especiales. Por lo que respecta a intolerancias, como al gluten, podemos hacer por encargo».
Entre las opciones que completan la oferta de Mon Petit Biscuit se encuentran los desayunos para llevar y la reserva del local para encuentros privados. Respecto a la primera, los desayunos completos, explica Patricia, se guardan en una cajita para «por ejemplo dar un desayuno sorpresa en casa a la pareja». Sobre la segunda, comenta que el local es ofertado para realizar cenas, cumpleaños u otros encuentros. Mon Petit Biscuit abre de lunes a viernes de 08.30 a 20.30 horas y los sábados y domingos de 10 a 20.30 horas.
