Un estudio elaborado por Amics de la Mobilitat Urbana concluye que la instalación de algunos elementos de mobiliario urbano, tales como los soportes publicitarios Mupis, biombos o quioscos, han supuesto la reducción de hasta un 67 por ciento del espacio destinado para los peatones en las aceras del centro histórico, donde más han proliferado estos elementos.

Amics de la Mobilitat Urbana, entidad formada por ingenieros de caminos y otros profesionales con más de 20 años de trayectoria y representada en la Mesa de la Mobilitat de Valencia, asegura que el deterioro del espacio para los peatones ha ido en aumento en los últimos años. «Ya en 1996 nuestra asociación realizó un estudio donde demostraba el abuso de estos elementos en zonas de intersecciones, y donde más trafico rodado y peatonal transitaba. Los datos hablaban ya entonces de una reducción de hasta un 54% el ancho efectivo en pasos peatonales. Esta cifra, después de 20 años, y tras el estudio realizado actualmente, se ha aumentado hasta un 67% la reducción de los pasos peatonales más transitados», explica Ignacio de Andrés, presidente del colectivo.

Desde la entidad aplauden la reciente medida del Ayuntamiento de Valencia de eliminar 664 bolardos de las aceras, pero recuerdan que es solo un elemento más de los que entorpece a los viandantes en la ciudad, especialmente en el centro histórico. «Las aceras de las calles de Ciutat Vella han quedado reducidas a más de la mitad tras la instalación durante años de mobiliario urbano, ya que la mayoría de ellos están situados en los puntos más conflictivos y en algunos casos dejan pasillos apenas superiores al medio metro para que pasen los peatones», recuerdan.

Por eso piden al área de Giuseppe Grezzi que siga desmantelando bolardos en las aceras «pero debería incluir sobre todo aquel mobiliario para los soportes publicitarios, es decir, mupis, biombos y quioscos instalados que en su día la empresa adjudicataria JC Decaux y que emplazó los mismos en los lugares estratégicos, lo más rentables económicamente».

Como ejemplos, destacan la plaza de la Reina o la calle María Cristina, que con el ancho efectivo actual obliga al peatón a abandonar la acera en ciertos tramos para seguir transitando «debido de formación de pelotones en la acera y que dificultan el paso».

Amics de la Mobilitat también denuncia el abuso de las terrazas en el centro histórico, con caso tan preocupantes como el que actualmente se da en la plaza de la Reina, donde según sus cálculos «se llega a reducir hasta un 75% por las mesas y sillas de locales comerciales que han invadido estas aceras, y donde se han creado tramos de espera de paso donde el usuario ha de dejar pasar al otro usuario que va en sentido contrario», lamentan.

El caso de la calle de la Paz

Hay que recordar que la plaza de la Reina se encuentra inmersa en un programa de participación ciudadana para la definición de los usos y de los espacios, y su próxima peatonalización.

Otro ejemplo paradigmático es el de la calle de la Paz, «otra zona conflictiva y denunciada en su día con los maceteros emplazados sobre todo en la zona de las paradas de autobuses donde obstaculizaban al bajar o subir al autobús». En esta vía, con un elevado tránsito de peatones que van de compras, los viandantes ven reducido su espacio natural de manera preocupante debido al abundante mobiliario sobre la acera. «La zona para peatones tiene casi tres metros de pared a bordillo, pero actualmente quedan solo 0.91 metros de paso libre para una persona y no llega a ser accesible para un discapacitado en silla de ruedas, que necesita un paso de 1.20 metros para que pueda pasar», recuerdan.