Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Movilidad

La difícil reconquista del espacio para el peatón

Movilidad Sostenible y Espacio Público redoblan su apuesta para recuperar el espacio del peatón en las calles

La difícil reconquista del espacio para el peatón

­¿Cuántas veces han tenido que bajarse de la acera en la plaza del Ayuntamiento a la altura del Ateneo? Las terrazas de los bares y restaurantes y el mobiliario urbano obligan al viandante a hacer virguerías para avanzar en determinados momentos del día. O el caso de la calle San Vicente, entre la plaza de Reina y María Cristina, donde las motos, los aparcabicis, el arbolado, las farolas y los dos carriles para el tráfico han convertido esta vía en toda una odisea para los peatones.

Levante-EMV desvelaba hace unos días un estudio de Amics de la Mobilitat Urbana, en el que aseguran que en Ciutat Vella las personas que eligen desplazarse a pie han perdido hasta el 67 por ciento del espacio efectivo en las calles. Un cifra «muy preocupante» para los responsables de la movilidad de la ciudad y también del espacio público del Govern de la Nau. Por ello desde hace año y medio trabajan para revertir una situación viciada desde hace décadas, aunque a veces cuesta distinguir los progresos.

«Estamos trabajando para recuperar espacios de calidad para los viandantes», recuerda el concejal de Movilidad Sostenible Giuseppe Grezzi que, con la ayuda de su asesor enumera el número de acciones en este sentido: peatonalización de la Plaça del Mercat y entorno de la calle Serranos; el pintado de cientos de plazas de aparcamiento para motos en la calzada para bajarlas de la aceras; la retirada de cientos de bolardos; carriles bici por la calzada y aparcamientos (cuando hay consenso con los vecinos) también fuera de las aceras; colocación de postes para paradas de los autobuses en lugar de las invasivas marquesinas cuando es posible (calle San Vicente); mejorar de itinerarios peatonales y rutas escolares, etc.

La otra parte de la baraja del espacio público la maneja el concejal de Espacio Público, Carlos Galiana, que por delante tiene la complicada papeleta de poner coto y control a los cientos de terrazas que han convertido algunas aceras de la ciudad en todo menos transitables. Las asociaciones vecinos claman contra la pérdida consentida del espacio de los viandantes.

De las aproximadamente 4.000 licencias con las que se encontró el área de Galiana cuando llegó al gobierno, apenas se habían delimitado correctamente unas 400 en tiempos del Partido Popular, por lo que desde mediados de 2015 el departamento se afana en pintar con escasos medios humanos el mayor número de terrazas posible. La cifra ronda ya las mil. El control también ha aumentado, con 518 denuncias registradas en 2015.

Pero parece claramente insuficiente, por ello la concejalía va a redoblar sus esfuerzos en 2017. Carlos Galiana, concejal de Espacio Público, explicó que en el primer trimestre de este año abrirá una oficina de atención a los diferentes colectivos festeros de la ciudad, así como a las asociaciones de vecinos de Valencia.

La oficina, que conllevará la incorporación de más personal procedente del área de Gobierno Interior, tendrá carácter permanente y atenderá a las asociaciones de vecinos de los diferentes barrios de la ciudad para resolver sus dudas respecto a las terrazas. Los ciudadanos podrán pedir información de las terrazas que hay en su barrio y consultar si están cumpliendo la normativa que marca la ordenanza municipal a este respecto.

Otro de los elementos urbanos que los expertos en movilidad critican es el de los mupis (soportes publicitarios), que ocupan algunos de los mejores lugares de la ciudad, y mucha veces entorpecen el tránsito de los peatones. Desde Espacio Público reconocen que poco pueden hacer para cambiar un contrato adjudicado hace décadas a la empresa JC Decaux y que más tarde fue ampliado hasta el año 2029, vinculándolo a la explotación de Valenbisi.

Compartir el artículo

stats